El Presidente de Argentina, Mauricio Macri, consideró que el comerciante de Zárate, provincia de Buenos Aires, que aplastó con su automóvil a un hombre que hacía instantes lo había asaltado -y que tras ello fue golpeado por vecinos y luego murió- es «un ciudadano sano y tranquilo» al que la Justicia debiera beneficiar con la libertad «si no hay riesgo de fuga» hasta que se dictamine el veredicto.
En una entrevista radial concedida este mediodía, Macri sostuvo que «todos los días» el Gobierno está trabajando» para combatir el delito y afirmó que durante el gobierno de Cristina Kirchner «una de las tantas mentiras fue que no había problemas de seguridad».
«Quiero decir que más allá de toda la reflexión que tenga que hacer la Justicia en la investigación, si no hay riesgo de fuga, porque es un ciudadano sano, querido, reconocido por la comunidad, él (por el carnicero Daniel Oyarzun,) debería estar con su familia, tranquilo, tratando de reflexionar en todo lo que pasó», dijo el mandatario.
Tal como relata Página 12 el episodio ocurrió el martes poco antes de la una del mediodía, en una carnicería de Zárate, provincia de Buenos Aires, cuando dos hombres que iban en una moto entraron a robar, se apoderaron del dinero de la caja y escaparon. El carnicero primero golpeó con un cuchillo contra una sierra sinfín para asustar a los asaltantes y logró su cometido. Los ladrones tomaron algo de dinero de la caja, dispararon una vez y huyeron. Oyarzun salió a la calle y, según el relato de los testigos, el dúo empezó a tirarle mientras escapaba en la moto. El carnicero optó por subir a su Peugeot 306 y perseguirlos.
Cuando llevaban recorridos 400 metros, Oyarzun logró empujar la moto con su auto y voltearla. Uno de los dos hombres logró escapar a pie, pero el otro, Brian González, quedó atrapado entre el paragolpes del Peugeot y un semáforo, sufriendo fuertes heridas que derivaron en su muerte horas más tardes.