5 mitos sobre la sexualidad femenina

1.Las mujeres no se estimulan visualmente

Las mujeres suelen ver menos porno que los hombres, pero eso no significa que no se estimulen visualmente. Un estudio realizado por la investigadora y profesora en la Universidad de Queen, Meredith Chiver determinó que, ante imágenes eróticas, la actividad cerebral de hombres y mujeres se estimula de manera similar.

2.- Ellos necesitan más

Siempre se suele decir que los hombres necesitan más sexo que las mujeres, pero no es así. Hombres y mujeres tienen, biológicamente, una necesidad similar de encuentros sexuales, pero ellos lo manifiestan más. Actualmente, el “cuento” está cambiando, pero son la represión, la educación cultural, el estilo de vida y las experiencias sexuales tempranas los que tienen mayor impacto en la definición y reconocimiento de la propia sexualidad.

3.- Mimos, más que sexo

También hay un pensamiento erróneo que sostiene que la mujer siempre busca encuentros sexuales llenos de ternura, mimos y que necesitan una conexión emocional para mantener relaciones. No es así, la mujer también necesita sexo, también siente esa necesidad. Otra cosa es que las convenciones sociales y los estereotipos femeninos hayan tachado de inapropiadas las conductas femeninas que no estuvieran orientadas a dar rienda suelta al deseo sexual solo con personas con las que se tuviera una relación formal.

4.- Con la edad, no importa

“A ciertas edades, a las mujeres ya no les importa el sexo, ni tienen necesidad. Se valoran más otras cosas”. Por partes: con la madurez, en general, se valoran muchos más aspectos en una pareja, sin embargo, eso no significa que la vida sexual tenga que quedar en un segundo plano. Es cierto que con los años, el deseo sexual se reduce, pero detrás de la inapetencia sexual puede estar la monotonía, la falta de complicidad con la pareja, poca atracción, etc.

5.- Tema tabú

Otro mito es que las mujeres no hablan de sexo, es un tema tabú entre ellas. Es falso, entre las mujeres se habla de sexo…y con detalles. A medida que se ha ido aceptando socialmente la igualdad de la sexualidad femenina, las mujeres se han visto con mayor comodidad y libertad para hablar de sexo. Eso sí, todavía sigue habiendo mucha discriminación en todo lo que rodea a la mujer y la sexualidad.