Poco duró el acuerdo entre Estados Unidos y Rusia sellado el pasado 9 de septiembre en Ginebra y que sostenía una hoja de ruta hacia un alto al fuego estable en Siria. Según el pacto, si la tregua de siete días funcionaba, las fuerzas rusas y estadounidenses se habrían coordinado para bombardear al Daesh (Estado Islámico) y al Frente Al-Nusra en Siria y avanzar así hacia el cese el fuego estable.
FOTO: Hispan TV
Pero a pocas horas de terminar la tregua humanitaria de una semana impulsada por las dos potencias, un bombardeo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos desató otra crisis diplomática entre rusos y norteamericanos que comprometió todas las acciones de paz previstas en torno al conflicto sirio.
El ataque estadounidense sobre el aeropuerto de Deir al-Zor provocó la muerte de 62 soldados del ejército sirio. Estados Unidos insiste en que el objetivo del disparo era el Daesh (Estado Islámico), y que lo pararon tan pronto Rusia les informó que podía haber militares sirios en la zona. Sin embargo, Rusia solicitó una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, algo que la embajadora de Estados Unidos en la ONU, Samantha Power, acusó de «cínico e hipócrita» cuando nunca antes los rusos habían solicitado una reunión de emergencia nocturna por los ataques del ejército sirio en contra de escuelas y otros objetivos civiles, o cuando el régimen de Bashar Al-Assad «utiliza armas químicas en contra de su propio pueblo».
La respuesta a estas acusaciones llegaron de la portavoz del ministerio de exteriores ruso, Maria Zajarova, quien acusó a EEUU de «defender al Estado Islámico» ya que el bombardeo permitió a los combatientes del Daesh recuperar territorio.
Un quiebre que se suma a las reiteradas violaciones del alto al fuego que se registraron durante la semana de tregua. Según el ministerio de exteriores ruso, la oposición siria habría vulnerado la tregua en 55 ocasiones desde el sábado, mientras que Francia aseguró que quien más habría quebrado la tregua inicial habría sido el gobierno sirio y éste último denunció que los grupos terroristas la habrían violado más de 300 veces.
Con los antecedentes de los últimos días, las Fuerzas Armadas sirias declararon este lunes el fin de la tregua. En un comunicado, el Ejército expresó su «intención y determinación de continuar con su misión nacional de luchar contra el terrorismo para establecer la seguridad y la estabilidad».
Suspensión de la ayuda humanitaria
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) anunció este martes que todas las operaciones humanitarias en Siria «quedan suspendidas». Eso luego de que este lunes, pocas horas después de que el régimen sirio diera por finalizado el alto al fuego, bombardearon un convoy humanitario de la ONU, enviado a la provincia de Alepo con ayuda para más de 160.000 personas. Los envíos incluyeron harina, agua potable y filtros de agua, medicamentos y alimentos para los residentes de las localidades de Orem (Alepo) y Talbiseh (Homs).
«Por ahora no tenemos una visión global de lo que pasó, pero se ha tomado la decisión de que todas las operaciones humanitarias de convoyes sobre el terreno quedan suspendidas por el momento», afirmó en rueda de prensa el portavoz de la OCHA, Jens Laerke.
De acuerdo con el denominado Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una organización no gubernamental (ONG) que monitorea el conflicto sirio, al menos 12 personas perecieron en el ataque, la mayoría de ellas eran conductores de camiones de esa caravana y un empleado de la Media Luna Roja Siria. Según la misma organización, el ataque habría sido provocado por aviones sirios o rusos.
Por su parte, el enviado especial de las Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, manifestó su enojo con lo sucedido, advirtiendo que “nuestra indignación ante este ataque es enorme” y que el convoy era el resultado de un largo proceso de autorización y los preparativos para asistir a los civiles aislados.
Según el Observatorio, al menos 26 civiles más, entre ellos una mujer y una guagua, murieron en Alepo en los bombardeos que siguieron el fin de la tregua.
Este es el peor ataque que sufre una misión de la ONU en Siria desde el inicio del conflicto en 2011.
Enojo de Ban Ki Moon
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, inauguró, en Nueva York, su última Asamblea de Naciones Unidas como máximo representante de la organización emitiendo duras críticas hacia la dinámica que mantiene viva la guerra en Siria. Ban Ki Moon reclamó que «se asuman responsabilidades por el crimen» perpetrado en contra del convoy humanitario y calificó de «cobardes» a los que atacaron al vehículo.
«En esta sala hay representantes de gobiernos que ignoraron, silenciaron o facilitaron y ayudaron en las atrocidades de ambas partes en conflicto» afirmó.
En la misma línea, el máximo representante del organismo internacional aseguró que «no hay solución militar, muchos grupos han matado a mucha gente inocente pero nadie más de lo que lo ha hecho el gobierno sirio», agregó.
«Y cuando pensamos que el conflicto no puede empeorar, la barra de la depravación aún baja más», dijo, en referencia al ataque a la ONU.
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