En un discurso ofrecido esta semana en la Universidad de Kentucky, EEUU, la Fiscal General Loretta Lynch explicó que es más probable que, entre la población estadounidense, la adicción a la heroína comience con el uso de analgésicos fuertes con prescripción médica y no con marihuana. Esto no significa que las personas que usen calmantes fuertes para el dolor, van a terminar adictos a las drogas ilegales duras, sino que destaca el hecho de que el carácter legal de una droga no la hace más inofensiva.
Muchos analgésicos prescritos por los médicos contienen opioides, que se adhieren a los receptores opioides del sistema nervioso central, reduciendo la sensación de malestar. Estos calmantes suelen ser seguros cuando se toman en las dosis adecuadas, pero hay muchas personas que abusan de estos químicos y terminan desarrollando una tolerancia a sus efectos, lo que puede llevar rápidamente a la adicción.
De acuerdo a Lynch, las personas que desarrollan una relación problemática con las drogas opiáceas legales, con frecuencia se cambian a las drogas callejeras en su búsqueda por satisfacer una compulsión que va en aumento. “Cuando hablamos de adicción a la heroína, normalmente estamos hablando de individuos que empezaron con un problema de analgésicos con receta y, luego, como necesitaban más, recurrieron a la heroína», explica Lynch.
Pero aunque algunas personas que fuman marihuana puedan pasar a drogas fuertes, en general, no parece ser que la cannabis sea necesariamente una puerta de entrada a otras drogas, como tantas veces se ha dicho. «En muchísimos casos no es el tráfico lo que introduce a una persona a los opioides, sino su propio botiquín de medicinas», agrega.
Existe un creciente cuerpo de estudios que respalda este argumento, incluyendo una investigación reciente que reveló que más del 50% de las mujeres que se estaban tratando por adicción a los opiáceos en Ontario (Canadá) habían empezado con analgésicos con receta médica que contienen sustancias opioides.
Las tasas de muerte relacionadas con sobredosis de opioides están creciendo descontroladamente en EEUU, a pesar de los mejoramientos a la salud y el bienestar general. Estas muertes son causadas por una combinación de drogas callejeras, como la heroína, y drogas con receta médica que contienen morfina, oxicodona y otros opioides.
Fuente, IFLS
El Ciudadano