El mecanismo de Anticitera es conocido como la computadora más antigua alguna vez encontrada. Está compuesto por un sistema de engranajes diferenciales complejos y tenía la función astronómica de predecir las posiciones de los planetas y estrellas.
En 1901 fue rescatada cerca de la isla griega Anticitera, entre los restos de un barco mercante que había naufragado entre el año 70 y el 60 a.C. Se cree que el mecanismo fue construido alrededor del 150-100 a.C. y que fue la herramienta más compleja de la cultura helena, informa RT.
Con toda esta información, nunca ha estado claro cuál es el origen geográfico del reloj astronómico de Anticitera.
El mes pasado, un equipo arqueológico de buzos encontró restos humanos entre los vestigios de la nave donde fue hallado el mecanismo. Las osamentas correspondían a un hombre joven de aproximadamente 20 años, al que los científicos llamaron Pamphilos (palabra griega para ‘amigo de todos’). Ahora, estos restos se usarán para identificar el lugar de procedencia del hombre por medio de un análisis de ADN, el que también entregará pistas para conocer más sobre el origen del mecanismo de Anticitera.
Los investigadores Hannes Schroeder, Theotokis Theodoulou y Brendan Foley condujeron el estudio, que fue publicado en la revista Nature.
El descubrimiento del esqueleto es algo muy inusual, opina Mark Dunkley, arqueólogo submarino de la organización Historic England, con base en Londres. A menos que estén protegidos o cubiertos por sedimentos, los cuerpos de un naufragio normalmente son llevados por la corriente y se degradan, o se transforman en comida para los peces. Se han recuperado osamentas completas de naufragios más nuevos y cercanos a tierra firme, pero Dunkley explica a Nature que mientras más antigua es la tragedia, más difícil y raro es encontrar cuerpos en el estado de preservación de Pamphilos.
El barco iba desde Asia Menor hasta Roma, cuando naufragó en el siglo I a.C., quedando a 55 metros de profundidad. Cuando se hicieron los primeros hallazgos, a principios del siglo pasado, también se rescataron otros objetos de valor, como joyas, muebles, piezas de arte y decoración, que probablemente eran llevados para compradores en Roma.
Fuentes, RT, Nature
El Ciudadano