Post Natal: Crecen las dudas sobre proyecto del Gobierno

La iniciativa del Ejecutivo contempla la ampliación del beneficio en doce semanas más y un subsidio mensual de 30 UF como monto máximo. Además, las mujeres con salarios más altos podrán optar por regresar a sus trabajos a los tres meses.

Ayer, el presidente Sebastián Piñera, presentó en el Palacio de La Moneda, el proyecto de ley que amplia el post natal a seis meses para las madres trabajadoras, según la promesa que había hecho durante la campaña presidencial.

Básicamente, el proyecto mantiene las seis semanas del prenatal y aumenta en doce semanas el período del post natal, alcanzando así los seis meses. Además, el proyecto contempla un subsidio mensual de hasta 30 UF, equivalente a 650 mil pesos, dependiendo del salario de la madre. Al respecto, Piñera señaló que el proyecto “mantiene los beneficios actualmente existentes de pre y post natal (…) pero agrega importantes nuevos beneficios en materia de calidad, cobertura y flexibilidad de estos beneficios para las madres y las familias chilenas”.

En relación al tema del subsidio, Piñera afirmó que esta ayuda “significará que ocho de cada diez mujeres reciban el beneficio, y percibirán el 100% de sus remuneraciones en su período de descanso”, y agregó que el porcentaje restante podrá incorporarse a sus trabajos en jornada parcial, después de las doce primeras semanas. Piñera también explicó que la implementación del proyecto será de carácter “progresivo” para el sector de mujeres más vulnerables y que trabajan sin contrato.

Otro de los puntos del proyecto, es la posibilidad que tendrán las madres de poder traspasar a los padres hasta seis de las doce semanas adicionales, cuando el hijo haya cumplido los tres meses de vida. Para Piñera, esta posibilidad permite “que haya mayor integración entre el padre, la madre, la familia y el hijo recién nacido”, y añadió que el hombre que opte por este beneficio, recibirá también el fuero laboral y el subsidio económico.

Al respecto, Piñera aseguró que el proyecto contiene “mecanismos apropiados para detectar, evitar y sancionar cualquier intento de impedir la decisión libre e informada de la madre a ejercer elementos de flexibilidad. El funcionamiento eficaz de estos mecanismos va a permitir ampliar la flexibilidad y extenderlos a un mayor número de mujeres, lo que se analizará en el Congreso”.

LAS REACCIONES POLÍTICAS

Ante los anuncios de Sebastián Piñera por el post natal, las reacciones no se dejaron esperar. Carolina Goic, diputada de la Democracia Cristiana (DC), señaló que no desea “que el proyecto implique incentivos, y menos económicos, para volver antes a trabajar. Eso es parte de la discusión que se dará en el Congreso”. La parlamentaria, no obstante valoró el hecho de que se incluya al padre y se le permita optar al post natal.

Por su parte, Pedro Muñoz, senador del Partido Socialista (PS), expresó que se debe revisar el límite en el monto del subsidio maternal, pues incidiría a las mujeres de altos ingresos a regresar antes al trabajo. En declaraciones a La Nación, Muñoz señaló que el postnatal “no es un derecho de los padres, sino del hijo recién nacido. Por tanto, no tiene sentido que sea renunciable o flexible, más aún si ello importa una cuestionable discriminación”.

Muñoz expresó además, su rechazo a la idea de trasladar semanas del pre natal al post natal, ya que en el mercado laboral chileno “caracterizado por el abuso y la falta de protección, estas opciones voluntarias se vuelven obligatorias, bajo amenaza de despido, poniendo en riesgo el embarazo”.

En tanto, Karla Rubilar, diputada de Renovación Nacional (RN), señaló que con este proyecto, la promesa del Gobierno se cumple, en especial, según la parlamentaria, con aquellas mujeres de sectores más desposeídos. No obstante, la diputada reconoció que el proyecto es “perfectible” e hizo un llamado al empresariado a que entienda que esto es una inversión para revertir las bajas tasas de natalidad existentes en Chile.

MÁS DUDAS

No sólo del mundo de la política vienen algunos cuestionamientos al proyecto. Algunas ONGs y especialistas también expresaron sus dudas, en especial, respecto a la posibilidad que el 20% de las mujeres con un sueldo superior a los 650 mil pesos, puedan decidir si vuelven antes o no al trabajo.

Carmen Espinoza, directora del Programa de Economía del Trabajo (PET), señaló que este sistema funciona cuando hay información y, especialmente, cuando existe capacidad de negociación frente al empleador.

Al respecto, Espinoza, en declaraciones a Radio Universidad de Chile, expresó que “la discriminación que ya existe por ser mujeres y ser madres es muy difícil de congeniar con el mundo actual. En muchos casos, las trabajadoras están siendo amenazadas, entonces si no son derechos irrenunciables es muy difícil que una mujer pueda llegar a estos beneficios”.

Espinoza se mostró preocupada además, frente a la opción de trasladar dos semanas del pre natal al postnatal, puesto que no existe la seguridad de que el empleador respete esos derechos.

Por su parte, Carolina Herrera, de la Corporación Humanas, criticó que, respecto al postnatal, se siga hablando de subsidio económico en vez de un derecho, y expresó su preocupación porque el proyecto continúe manteniendo el peso y el costo de la maternidad sobre la mujer, debido a que la participación del hombre en el cuidado de los hijos se haría en forma voluntaria y sólo por seis semanas.

Herrera, por tanto, destacó que un proyecto de postnatal de seis meses sólo tiene sentido si éste apunta a la corresponsabilidad en la crianza y cuidado de los hijos. En entrevista con la misma radioemisora, Herrera reiteró que como esta discusión “tiene que ver con el tema económico, no van a haber reales avances, mientras el costo de la reproducción lo sigamos manteniendo las mujeres”.

Finalmente, el Presidente Piñera afirmó que el proyecto de postnatal será enviado al Parlamento como parte de un paquete legislativo que incluye la disminución del 7% en la cotización de salud de los jubilados, así como también el proyecto del ingreso ético familiar y normas contra la violencia intrafamiliar.

Por Christian Armaza Benavides

El Ciudadano