Este lunes 26 de septiembre, por primera vez un soldado en ejercicio denunció públicamente episodios de homofobia que -asegura- vivió dentro del Ejército por parte de superiores y compañeros. Se trata de Alfredo Morales, quien en una pauta en el Movilh identificó a parte de los responsables de estos abusos, señalando al comandante Aldo Peña como quien expresó reparos a la presencia de homosexuales en el Ejército, además de «advertir” a los otros soldados que iba a llegar un gay al casino; y a la capitana Francisca Mesone, a la que acusa de tratarlo de «maricón» y de burlarse de él “en reiteradas ocasiones».
“Me tiraban besos, me decían ‘maricón’, ‘caballo’, ‘córtate las uñas’, ‘no se junten con él porque le gusta la tula’», señala Morales, respecto al acoso que recibía también de parte de sus compañeros.
Ante estos hechos el uniformado reaccionó contra sus superiores, cuestionando su homofobia y exigiéndoles respeto, lo que -asegura- le valió dos faltas en los últimos meses y la exigencia de firmar su baja. El soldado se negó, por lo que fue notificado de que será expulsado el próximo viernes.
«Una débil reacción de la autoridad civil»
“No nos corresponde intervenir en un asunto que ha sido objeto de un sumario, pero la ciudadanía sigue teniendo, en este caso el afectado, las acciones que la ley franquea, si éste estimara que lo que se señaló en el sumario no es correcto”. Esa fue la respuesta del vocero de Gobierno, Marcelo Díaz, frente a la grave denuncia del Movilh y el soldado Morales.
Una posición que para el Movilh “refleja una débil reacción de la autoridad civil frente a una denuncia contra el Ejército». El organismo sostiene que al Ejecutivo «sí le corresponde intervenir, pues las Fuerzas Armadas están subordinadas al poder político, y en ese sentido, el Gobierno les debiese exigir informes respecto a la denuncia formulada, en vez de mantenerse al margen».
En ese sentido, dijeron lamentar «profundamente» la reacción de Díaz, agregando que «no está a la altura de los cambios culturales a favor de la igualdad, ni tampoco del discurso a favor de la diversidad sexual con que el Ejecutivo se luce en el extranjero”.
«Piñera solicitó explicaciones y el Ejército se disculpó»
El Movilh cuestionó igualmente que haya sido solo el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Tucapel Jiménez, quien haya mostrado preocupación por este caso. «El resto del poder político o ha guardado silencio o ha blindado al Ejército, ambas situaciones repudiables», señalaron.
En este contexto, la organización hizo hincapié en un particular hecho para cuestionar la incoherencia del gobierno de la Nueva Mayoría en términos ideológicos. «Frente a denuncias similares, y bajo la administración de Sebastián Piñera, el Ejecutivo solicitó explicaciones inmediatas a las Fuerzas Armadas, y el Ejército debió disculparse públicamente. Bajo una administración que se dice progresista y que se adjudica haber luchado porque las Fuerza Armadas volvieran a subordinarse al poder político, la autoridad se mantiene al margen. Esto es tan decepcionante como intolerable”, indicó el Movilh.
En ocasiones anteriores, puntualizaron, “el actual Ejecutivo sí ha intervenido por denuncias similares contra otras instituciones», agregando que «es totalmente reprochable que en relación al Ejército tenga una postura distinta y mida con una vara distinta. Ello es una pésima señal”.
Un sumario «lleno de vicios»
Frente a este escenario, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual anunció que está gestionando entrevistas con el ministro de Defensa, José Antonio Gómez, y con las comisiones de Derechos Humanos y de Defensa de la Cámara de Diputados y del Senado, para abordar la discriminación denunciada por el soldado Alfredo Morales.
“La reunión tiene por objetivo que el Gobierno y el Congreso Nacional escuchen al soldado y exijan al Ejército realizar un nuevo sumario respecto a la denuncia por homofobia que Morales padeció desde el 2015 en el Ejército, hasta ser dado de baja por su orientación sexual”, sostuvo el presidente del Movilh, Ramón Gómez.
En ese marco, el dirigente añadió que “las Fuerzas Armadas están subordinadas al poder político y, en ese sentido, las autoridades gubernamentales y parlamentarias lejos de dar credibilidad a un sumario, que estamos convencidos está lleno de vicios, debe pedir antecedentes y escuchar a ambas partes, y exigir el cese de toda forma de discriminación”.
El Ciudadano / Fuente: Movilh