Usualmente vemos a las celebridades, modelos, actrices y cantantes, que de un día a otro luego de su embarazo recuperan su figura de siempre como si pareciese que no pasaron nunca por aquellos nueve meses. Para muchos puede ser como si no tomara ningún esfuerzo, pero la verdad es que es todo lo contrario. Y la pregunta es, ¿cómo lo hacen?
Varios rostros como Elsa Pataky, Miranda Kerr, Shakira y la modelo Behati Prisloo tienen la respuesta. Y es que no es nada del otro mundo, como indica la revista Glamour en una nota que muestran que todo es a punta de muchos cuidados anticipados, disciplina y dedicación.
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Y es que la clave principal, más que ejercitarse como locas apenas dan a luz, es adelantarse y entrenar como siempre desde el día en que conocen que están embarazadas. Si no tienes una rutina usual, la cosa es mantenerse en forma desde antes de traer a esa nueva vida al mundo.
Algunos pueden criticarlo, pero consultando con expertos puedes encontrar una rutina que beneficie a ti y a tu bebé, aunque hayan mitos sobre el ejercicio en el embarazo. No tiene nada de malo, es cuidar al cuerpo más allá de la vanidad, sino en cuanto a su salud, y al impacto que tiene un cambio como el embarazo en el cuerpo.
El entrenador español Fernando Sartoruis comenta que «Si quieres ser mamá, si vas a someterte a una operación o tu cuerpo se va a tener que enfrentar a un cambio fisiológico extremo, ponte en forma ANTES».
En este caso, muchas de estas mujeres necesitan mantenerse en forma por las exigencias de sus trabajos, más allá de que esté bien o mal, y por gusto al deporte.
«[Entrenar antes] Ese fue el truco de Elsa Pataky y de muchas de las famosas que vemos en la tele. No existen los milagros: Elsa ya tenía el cuerpo preparadísimo antes de quedar embarazada de los gemelos».
Si bien cada cuerpo depende de cómo esté predispuesto genéticamente ante situaciones como los cambios de peso, que ocurren en este periodo, siempre se puede mejorar o mantener una buena condición física. En palabras del entrenador: «El 60% de un cuerpo es genética, el 40% restante lo pones tú, tus hábitos. Tienes que imaginar que tu cuerpo es la baza que te han dado en una partida de póker. Intenta hacer la mejor jugada que puedas».
¡Así que ya sabes!