Los trabajadores sindicalizados de Fondo Esperanza –Fundación dependiente del Hogar de Cristo-, votaron la huelga legal este 28 de frebrero. Es la primera huelga para estos jóvenes trabajadores. El 82 por ciento rechazó la última oferta del empleador, que solicitó los “buenos oficios” ante la Dirección del Trabajo. Fondo Esperanza y El Hogar de Cristo simplemente no quieren oír a sus trabajadores ni menos la palabra “huelga”.
Este jueves 3 de febrero, el Directorio del Sindicato, que agrupa a unos 120 trabajadores de todo el país, concurrió a los “buenos oficios” a intentar un acuerdo con los “negociadores” de la empresa, sin embargo, no se consiguió nada debido a la tozudez del empleador: “No hubo acuerdo. Por eso, reafirmamos lo que la Asamblea sindical ha señalado con fuerza: Nuestro Sindicato está conforme con la nueva política de ingreso variable, pero en los 24 puntos que exponemos a discutir nunca hemos señalado el ingreso variable como un punto a negociar. Solo mencionamos el aumento de ingreso base como el punto prioritario de nuestra Asamblea. Nuestro empleador ha concentrado la discusión en el ingreso variable y no da oportunidad de conversar sobre un aumento en el ingreso base, ya que reclama estar imposibilitado de dar respuestas a nuestra solicitud. Así no hay diálogo posible”, dice el presidente del Sindicato, Marcelo Catalán Huenchumariano.
El viernes 4 de marzo, la gerencia de Fondo Esperanza debe dar una respuesta definitiva al planteamiento del Sindicato. “Nosotros no solicitamos los ‘buenos oficios’ y tenemos la huelga aprobada. Si no hay una respuesta favorable, la huelga comenzará este miércoles 9 de marzo”, agrega.
“Esperamos que nuestra gente tenga todas las fuerzas para afrontar algo que entendemos no es fácil, pero tenemos más que claro que el Sindicato no ha llevado a los trabajadores a esto, sino que ha sido culpa de la institución, que desafió a los trabajadores a hacer efectiva la huelga, subestimando y utilizando frases para referirse hacia nuestra Asamblea como ‘un grupo de universitarios y cabros chicos’ -palabras de la gerente de Fondo Esperanza-. Por todo esto, convocamos a nuestros compañeros a confirmar el 82% con todas sus fuerzas para este miércoles 9 de marzo, y encontrarnos en las afueras de la oficina de gerencia -Avenida Arica Nº 3829, en Estación Central-, para demostrar nuestro descontento y decepción por no ser atendidas nuestras demandas y no ser valorados como trabajadores de una institución que propone la ‘justicia social’ como bandera de lucha y se olvida de dignificar a sus trabajadores”, agrega el presidente del Sindicato.
Según los trabajadores, Fondo Esperanza aún tiene la oportunidad de dar una señal de respaldo a la labor que cumplen, sobre todo tras su asociación estratégica con el BBVA, que da cuenta del éxito de los trabajadores en terreno -asesores, soporte y jefas administrativos-. “Hemos logrado metas muy difíciles de cumplir. Todos estuvimos alineados junto a Fondo Esperanza cuando sufrimos la catástrofe del terremoto y maremoto. Claramente, la Fundación podría haber tenido una situación mucho peor de la que tuvo. Y si salimos adelante y hoy podemos tener las felicitaciones de nuestros gerentes vía correo, tiene que ver, necesariamente, con el trabajo de todos. La oportunidad de Fondo Esperanza, y de la gerencia principalmente, es darle reconocimiento a esa labor que cumplimos todos los días. Ese reconocimiento solo se puede hacer, en una economía como esta, a través de mejoras en los salarios y en las condiciones de trabajo”, agrega Marcelo Catalán.
“Lo que la Asamblea ha puesto en la mesa es el sueldo base. Podemos quizás perder otros puntos de la negociación. A lo mejor, los compañeros se pueden olvidar de un montón de puntos, como los bonos por vacaciones, escolaridad, etc. Pero hoy lo más importante se centra en el sueldo base. Si la Fundación logra aumentar los sueldos base, creo que tendremos una negociación más corta y rápida. Hasta hoy, la Dirección no está dispuesta a eso. Nos dicen que el sueldo se lo tiene que hacer cada trabajador. Eso es lo que la Fundación quiere. Pero el sentir de nuestros compañeros es mejorar nuestros sueldos base”, agrega Hugo Escobar, secretario del Sindicato.
“La negociación colectiva es la gran oportunidad para mejorar nuestras condiciones laborales. Fondo Esperanza quiere aumentar la carga laboral de todos los trabajadores. No nos vamos a negar a trabajar más, pero mayor trabajo debe reflejarse en mayor sueldo. La postura que tiene la Fundación, de que el aumento sea a través de un concepto variable, incentivos, no es lo más transparente y conlleva a la autoexploración. La Fundación subió sueldos de ciertas funciones, como jefas de oficina. Pero cuando le hablamos de los asesores, que en cuanto a cálculo de horas somos los que más trabajamos, los que estamos directamente en terreno y vamos a tener mucha más presión ahora que tendremos más socios, se nos trata de manera mezquina. Para otros el aumento de sueldo puede ser real, pero a los trabajadores que estamos en la base de la estructura de Fondo Esperanza se nos sigue tratando de forma mezquina”, dice Antonio Marchant, tesorero del Sindicato.
Por Arnaldo Pérez Guerra
El Ciudadano