Las luces alrededor del biministro dejan a oscuras situaciones que el más popular del Gabinete de Piñera ha enfrentado. Varios se preguntaron qué haría en Minería un desconocido –y exitoso- ejecutivo del retail. Sus tareas en la cartera dan pistas sobre la decisión.
Padre de 6 hijos, Laurence Golborne Riveros, actual biministro de Minería y Energía, “héroe” en el rescate de los 33 mineros y “pacificador” de Magallanes, trabajó en los ‘90 para Esso y Gener, principal productora de energía en Chile en la actualidad.
Hasta 2009, Gerente General de Cencosud -Easy, Jumbo, Santa Isabel, París, entre otras, cuyo patrimonio es de US$2.555 millones-, expandió el consorcio de los Paulmann por Sudamérica, y fue elegido varias veces “ejecutivo del año” por la prensa económica.
Durante la gerencia del “político con más futuro”, según las encuestas, se potenció la subcontratación, precarizando la relación laboral; y los clientes de Jumbo, con un promedio de compras inferior a 50 mil pesos en los últimos seis meses, vieron cómo se les subía arbitrariamente y sin información la comisión de sus tarjetas de 460 a 990 pesos. Una demanda colectiva en 2006 y la sentencia que condenó explícitamente la actuación de la empresa de acuerdo a la Ley del Consumidor, obligó a ésta a devolver el dinero mal cobrado a los clientes.
Tras su partida del retail, compartió oficina con empresarios como los hermanos Corbo y Ernesto Tironi, fundador del Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco), y férreo defensor de una modernización de Codelco basada en su apertura a la Bolsa de Comercio, ya que “no sirve que siga siendo estatal”.
Su perfil técnico y administrativo, su manejo y relaciones con el poder económico, explican los motivos que habrían llevado a Piñera a nombrarlo en el cargo.
“Nos guste o no, las reservas mineras son del que las encuentra. No son nuestras”, señaló el Ministro, contraviniendo el artículo 19 Nº 24 de la Constitución. Aunque hay quienes afirman que sus dichos reflejan lo que en la práctica ocurre, hay otros que sostienen que no suenan como un acierto de parte de un representante del Estado.
A mediados de 2010, señaló la posibilidad de «liberar la exploración de litio y abrir este mercado”, promoviendo “una reforma a la Ley Orgánica Constitucional de Concesiones Mineras”, ya que ésta establece que no es susceptible de ser entregado a terceros, por lo que sólo el Estado y sus empresas pueden explotarlo, según la legislación vigente.
Considerando los proyectos mineros en curso y las estimaciones sobre la alta demanda de cobre (incremento anual de 3% -530 mil toneladas- hasta 2020), Piñera y sus asesores no descartaron llevar a la Bolsa una parte de la propiedad de Codelco o asociarse con transnacionales del sector, operación que recaería en el Ministro y en el presidente de Codelco, Diego Hernández, ex ejecutivo de la minera transnacional BHP Billiton.
Además de explorar esta apertura, Golborne debe asegurar a las grandes mineras del norte recursos hídricos y energéticos para sus faenas, teniendo en cuenta que la minería consume más de un tercio del total de la energía producida en Chile.
Por otro lado, potenciar el Tratado sobre Integración y Complementación Minera entre Chile y Argentina, de 1997, y que hoy tiene sólo a Barrick Gold autorizada a dar marcha a la mina de oro Pascua Lama, aunque Xstrata y la misma Barrick tienen otros proyectos de cobre y oro en carpeta para la frontera.
LA FANTASÍA DEL ROYALTY
Para la reconstrucción, el Gobierno propuso un aumento del Royalty -pago de una regalía que en Chile no opera como tal- a la minería. El Consejo Minero que agrupa a 17 empresas del rubro, manifestó una tibia resistencia a la noticia. Golborne señaló: “Las compañías terminarán aceptando, ya que en el largo plazo les dará estabilidad, un beneficio para el país y para el sector minero”.
Y el Ministro sabía: Hace menos de un mes se alegraba de que casi el 100% de las mineras se acogieran al nuevo “Royalty”. Sin embargo, el mismo concepto, tal como lo entiende el Gobierno, ha sido criticado, así como los grandes beneficios que le reportará a las empresas -considerando que sólo entre 2005 y 2008 las grandes mineras obtuvieron utilidades cercanas a los 57.000 millones de dólares- e invariabilidad tributaria hasta 2023, incentivo que se dio a los privados para acogerse al nuevo régimen.
SOLIDARIDAD A LA CENCOSUD
Un informe de la Contraloría sobre la Onemi, durante los meses posteriores al terremoto, informó varias irregularidades que involucraron a la ex empresa del Ministro de Minería.
Primero, se constató que había una cantidad numerosa de alimentos comprados por la Oficina de Emergencias a Jumbo que no se distribuyeron y estaban en bodegas de un regimiento.
Luego, se comprobó que una cantidad de estos alimentos fueron importados desde Argentina y no pudieron ser distribuidos “porque la carga (…) entró en un proceso aclaratorio con respecto a su ingreso al país”, ya que la empresa declaró ésta como “ayuda humanitaria” (lo que libera la franquicia aduanera), cuando en realidad sería vendida al Estado en más de dos mil millones y medio de pesos. Tres pagos más, por cantidades superiores están retenidos, según el informe. Hasta ahora hay pocas luces al respecto.
CAPITAL POLÍTICO Y POPULARIDAD
La imagen del Biministro ha sido una de las más beneficiadas con la tragedia de los mineros, al punto que se le ha llegado a considerar posible carta presidencial de la Alianza para el 2014. Asimismo, se destaca su rol en la resolución del conflicto del gas en Magallanes, a pesar de haber apoyado al ex ministro Rainieiri y haber defendido el secreto de los contratos de la empresa de gas Methanex con Enap.
Se suele destacar su procedencia de Maipú, que toca en guitarra canciones de Inti Illimani y su 90% de popularidad. Pero esa aceptación responde a un juego mediático que no necesariamente redunda en implicancias políticas reales, ya que depende de los vaivenes de la “opinión pública” y las cúpulas partidarias.
Así lo señala Daniel Grimaldi, politólogo e investigador de Fundación Chile 21, “transformar la popularidad en capital político implica una tarea de inversión mayor”, situación “no es fácil en una coalición como la Alianza, donde los aparatos son dominados por los sectores más conservadores, que anhelan que sus representantes se parezcan más a ellos que al ciudadano común”.
De esa manera, el biministro de Minería y Energía, con todos los focos que lo iluminan, aún está por verse si le alcanzará la energía para seguir siendo visto como el diamante del Gabinete de Sebastián Piñera.
Por Cristóbal Cornejo González
El Ciudadano Nº96, febrero 2011