Puede que no a todos les guste el sabor a ajo, pero a muchas personas les fascina y en numerosas cocinas es un ingrediente indispensable.
Varios estudios además han encontrado que el Allium sativum ayuda a reducir el riesgo de cáncer – especialmente en el estómago, esófago y colon- así como los niveles de colesterol y azúcar en la sangre.
Pero, a pesar de todas sus virtudes, casi todo el mundo coincide en que el olor a ajo en el aliento es algo fundamentalmente desagradable.
Lo que explica por qué dos investigadoras del departamento de Ciencias y Tecnologías de los Alimentos de la Universidad Estatal de Ohio, en EE.UU., se dedicaron a identificar la mejor forma para eliminarlo.
«El ajo tiene un olor imperceptible antes de ser triturado, pero una vez que se lo corta o lo tritura emite un fuerte olor característico del glucósido de azufre de ciertas plantas», explicaron en la presentación de los resultados de su estudio Rita Mirondo y Sheryl Barringer.
«Esto significa que el consumo de ajo puede por ende resultar en un indeseable aliento a ajo que persiste por casi 24 horas. Por ello es importante encontrar formas y mecanismos para desodorizarlo», se lee en el artículo, publicado en elJournal of Food Science.
Manzanas contra volátiles
Para su investigación Mirondo y Barringer primeron compararon la efectividad de varias frutas y vegetales en la eliminación de los principales volátiles asociados con el aliento a ajo.
Estos últimos son el disulfuro de dialilo, el mercaptano de alilo, el disulfuro de alil-metilo y el sulfuro de metilo alílico.
Y para combatirlos las investigadoras emplearon té verde, hojas de yerbabuena(spearmint o Mentha spicata), manzanas y lechugas, consumidas de diferentes maneras.
Las yerbabuena, por ejemplo, fuer analizada cruda y como bebida; las manzanas, crudas, en jugo y calentadas en el microondas; y la lechuga tanto cruda como calentada.
Los participantes en el experimento primero masticaron, durante 25 segundos, tres gramos de ajo, e inmediatamente después ingirieron alguno de los «remedios naturales» arriba mencionados.
Luego, las investigadoras midieron la concentración de los volátiles con unaespectrometría de masas con un tubo de flujo de iones hasta una hora después de ingerido el ajo.
(Ciertamente, un método mucho más científico que tratar de atrapar el olor del aliento con la mano).
La yerbabuena al rescate
La conclusión del experimento fue que para eliminar el aliento a ajo no hay nada mejor que… la yerbabuena masticada.
«La manzana cruda, la lechuga cruda y las hojas de yerbabuena redujeron significativamente todos los volátiles del aliento a ajo«, se lee en el resumen de las conclusiones.
«(Pero) las hojas de menta tuvieron un mayor nivel de desodorización que la manzana y lechuga crudas para todos los compuestos volátiles», se explica más adelante.
Según Mirondo y Barringer, todos los materiales analizados tuvieron algún tipo de efecto positivo, excepto el té verde.
Pero los jugos de manzana y menta no redujeron el volumen de volátiles tanto como estos mismos productos consumidos de forma masticada.
Una posible explicación es que los alimentos crudos son más efectivos porque contienen tanto enzimas para eliminar el olor como compuestos fenólicos, los cuales destruyen los elementos volátiles.