Desde el 2009, el Journal De Montréal (Diario de Montreal) se caracteriza por ser un periódico casi sin periodistas, ya que Quebecor, grupo propietario de este matutino, suspendió temporalmente los contratos de trabajo de 253 empleados, 65 de los cuales eran reporteros, y solo 17 de ellos quedaron trabajando en la empresa.
El año 2009 los empleados del tabloide más leído de la ciudad, Le Journal De Montréal, iniciaron una resistencia a las políticas laborales de Quebecor, conglomerado dueño del medio de comunicación. Esta iniciativa, terminó con 253 de sus empleados -65 periodistas- suspendidos de sus trabajos: Eso fue el inicio de una larga batalla que se ha resuelto apenas hace dos semanas.
Los trabajadores de Quebecor se resistieron a los cambios relativos a horarios y salarios -extensión de la jornada laboral por semana, r ecorte en los sueldos, entre otras cosas- iniciados por Pierre Karl Péladeau, director del Grupo; cuya respuesta fue la suspensión de los empleados.
El resultado es que, ante la ausencia de la mayoría de la fuerza laboral, en el Journal De Montréal se han llenado las páginas y las columnas con el trabajo de los periodistas de otros medios de comunicación, faltando a la lealtad de sus lectores, puesto que no se ha informado de esta situación, según denunció el periódico Rue 89, de Francia.
La suspensión a la que recurrió Quebecor, se llama lock-out y es una costumbre muy utilizada en Canadá para ejercer presión sobre los trabajadores sindicalizados que desean empezar una huelga; o en lo que atañe al campo mediático, limitar la libertad de expresión de un periodista cuando choca con la línea editorial del medio.
Para los empleados canadienses estar sindicalizados y cotizar por ello son cosas obligatorias, razón por la cual los periodistas pudieron resistir los dos años de precarización que les impuso Quebecor: 765 días sin cobrar sueldos ni escribir para el Journal De Montréal sino para un blog alternativo llamado Rue Frontenac, donde siguieron haciendo su trabajo escribiendo las noticias que no podían publicar en su empresa, y también se usó para denunciar la situación que enfrentaron mientras duró el litigio.
“Diecisiete meses sin trabajar ¡¿La gente se pone loca?! […] Considerando esta temporada, la moral es asombrosamente buena”, dijo Jean-François Codère, el fundador del blog alternativo en la entrevista que dio a Rue 89.
EL ENGAÑO A LOS LECTORES
Sin embargo, el Journal De Montréal siguió vendiendo impresos. Durante esta larga temporada, la empresa informativa de Pierre Karl Péladeau actuó como una empresa fantasma, deslocalizada, utilizando periodistas de otros diarios de su Grupo y publicando artículos de los demás medios que le pertenecen en las páginas del Journal De Montréal.
No obstante, las ventas de este periódico no bajaron, aunque Quebecor engañó a los lectores que nunca supieron que los profesionales a quienes seguían, habían dejado de escribir allí.
Además, al no conocerse la verdadera situación, los empleadores ganaron la batalla. Después de 765 días de combate, triunfó Péladeau. El fin de semana pasado, después de dos años de resistencia se aceptó la propuesta del mediador que nombró el Estado canadiense, lo que significó la vuelta al trabajo de sólo un 60% de los “suspendidos”, el resto, terminó por ser despedido.
Por Melissa Quillier
El Ciudadano
Foto 1: Manifestación en el 2009 después de un mes de lock-out (fuente ledevoir.com, Jacques Grenie)
Foto 2: Karl-Pierre Péladeau (fuente radio-canada.ca) La Presse Canadienne Paul Chiasson.
Foto 3: Jean-François Codère (fuente Rue89)