Este domingo se llevó a cabo una conmemoración en el Cementerio General a propósito de los 6 años desde la muerte de una de las más llamativas figuras del Partido Comunista en Chile: Gladys Marín Millie.
La ausencia de Gladys Marín, profesora y dirigente política, fue recordada en un homenaje liderado por el presidente del Partido Comunista, Guillermo Tellier. A la cita asistieron diversos representantes del mundo político y laboral del país, figurando entre ellos el ex candidato presidencial Jorge Arrate, el escritor Pedro Lemebel y el presidente de la Anef, Raúl De la Puente, entre otros.
Ante la numerosa concurrencia, Arrate destacó que “ella dejó un ejemplo de consistencia, de coherencia, de no dejar nunca la lucha, esa es la gran herencia de Gladys».
La consecuencia fue una de las virtudes más recordadas de la fallecida Gladys Marín, quien expuso sin temor, a principios de los 90, que “ser comunista es entregarse a una causa, es pensar que la vida vale la pena vivirla intensamente. O lo haces individualmente o para todos”.
Gladys Marín ingresó a los 16 años a las Juventudes Comunistas, logrando liderar en el 64’ el Comando Juvenil de la candidatura presidencial de Salvador Allende. Tras el golpe militar de Augusto Pinochet, Marín comienza a figurar entre las más buscadas por la dictadura, teniendo que exiliarse en Holanda para comenzar a difundir los hechos acontecidos en Chile.
Durante el año 76’, desde el exilio, Gladys Marín se entera de la detención de su esposo Jorge Muñoz, quien se encuentra desaparecido desde entonces. Su histórica lucha por los derechos humanos emergería oficialmente de la clandestinidad cuando en 1998 presentó la primera querella contra Augusto Pinochet, cuando éste todavía figuraba como Comandante en Jefe del Ejército.
Defensora eterna de la lucha social, revelaría durante el 2000, que “lo realmente violento no es una manifestación callejera ni una huelga, sino el sistema binominal que obliga a pensar todo en dos ejes, y el modelo neoliberal que genera tanta desigualdad”.
Las palabras de Gladys Marín, tanto como su experiencia política, aún son el referente algunos líderes representantes de sus ideales. “Le tengo una admiración profunda porque siempre mostró un gran liderazgo, una gran consecuencia y fuerza al plantear sus ideas. Ella es mi referente más potente dentro de la política”, manifestó la presidenta de la Fech, Camila Vallejos, en una reciente entrevista. Para ella y para muchos –más allá del entorno político que siempre la acompañó- Marín se ha posicionado como un ejemplo vigente de resistencia y lucha transversal por los derechos humanos.
Por Vanessa Vargas Rojas
El Ciudadano