En la actividad, organizada por la Agencia Chilena de Eficiencia Energética (AChEE), se presentó un módulo de vivienda solar móvil, proyecto realizado en conjunto entre el Ministerio de Energía y el Ministerio de Vivienda.
Con el lema “Ilumina un Chile Eficiente”, la Agencia Chilena de Eficiencia Energética, en conjunto con los ministerios de Energía y Minería, Vivienda, Obras Públicas y Medio Ambiente, celebró el 4 de marzo pasado, el Día Mundial de la Eficiencia Energética.
La actividad, realizada en la Plaza de la Constitución, frente al Palacio de La Moneda, y que contó con la presencia de los ministros Laurence Golborne, Magdalena Matte, Hernán de Solminihac y María Ignacia Benítez, buscó promover el uso de la energía solar para el uso doméstico, así como mostrar sus beneficios.
Para tal efecto, se presentó la Vivienda Solar Móvil, proyecto realizado en conjunto entre los ministerios de Energía y Vivienda, y que cuenta con alimentación eléctrica de origen solar, además de estar construida con materiales con menor huella de carbono y que permiten una mejor aislación térmica.
“DEJÉNME ILUMINAR MAGALLANES”
En la ocasión, el ministro de Minería y Energía, Laurence Golborne, tras mencionar en su discurso que “la energía no es un bien que se pueda disponer de ella sin ninguna consecuencia”, ya que su introducción “siempre tiene algún nivel de impacto sobre el medio ambiente”, mencionó, en tono de broma, su deseo de “iluminar Magallanes”, en referencia a encender la ampolleta que se había colocado sobre esta región en el mapa.
Y es que en Magallanes, el recientemente aprobado proyecto de la minera Isla Riesco, explotación que pretende extraer miles de toneladas de carbón, que sirve de abastecimiento para otro de los polémicos -y también aprobado– proyectos, como es la central termoeléctrica Castilla, en la región de Atacama, chocan de frente con las pretensiones mencionadas por las autoridades en cuanto a lograr un desarrollo sustentable y respetuoso del medio ambiente en Chile.
Al respecto, el ministro Golborne expresó que se debe avanzar “paso a paso, con todas las formas de energía para satisfacer nuestras necesidades”, y recalcó que “el país necesita duplicar la cantidad de energía que produce en los próximos diez años”. Según la autoridad, esta es la principal razón para acudir a todas las fuentes energéticas posibles, puesto que enfocarse en una sola no daría buenos resultados.
HECHOS QUE REFUTAN DISCURSOS
Palabras del Ministro (antiguo Gerente de Finanzas de AES Gener, de la central termoeléctrica Guacolda), que quedan en cuestionamiento, dado que según datos de la consultora Systep, publicados en el portal electrónico Planeta Negocios, y elaborados en base a estadísticas del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), del total de los proyectos de centrales energéticas desde 2007 a diciembre de 2010, el 56% correspondieron a centrales a carbón.
Según José Ignacio Escobar, vicepresidente de la Asociación Chilena de Energías Renovables (Acera), en declaraciones al portal Planeta Negocios, “si se materializan todos los proyectos en carpeta a 2015, llegaríamos a una matriz donde más del 70% correspondería a generación térmica”.
Como una grave consecuencia, el experto señaló que hoy en día “la huella de Co2 por cada MW-hora generado es de aproximadamente 0,55 toneladas de Co2 por MW-hora en el Sistema Interconectado Central (SIC), y 0,65 toneladas de Co2 por MW-hora en el Sistema Interconectado del Norte Grande (SING).
Por eso, señaló que “si se sube el porcentaje de participación de la energía térmica en la matriz energética, la huella subiría de manera significativa, cálculo que a lo menos sería de 0,8%, y eso está absolutamente en contra de los objetivos de la OCDE”.
Escobar advirtió que este hecho “tendrá un impacto negativo sobre nuestras exportaciones, ya que no podrán cumplir con las exigencias internacionales de comercio”.
Ante el cuestionamiento sobre el uso mayoritario del carbón en la matriz energética chilena, Golborne se defendió diciendo que, por ejemplo, “la energía hidráulica, por los períodos de sequía, no nos es suficiente; necesitamos un respaldo. En los días nublados o cuando es de noche, la energía solar tampoco es una solución”, y añadió que no hay un arreglo para todo, por lo que se debe ir a una combinación de todas las fuentes posibles.
“El fin nunca justifica los medios” afirmó el ministro, y aclaró que entre las opciones energéticas “no hay ninguna perfecta; todas tienen costo, todas tienen algún impacto, porque no existe ninguna actividad humana que no genere impactos en el medio ambiente”.
LEGISLACIÓN “A LA EUROPEA”
Por su parte, María Ignacia Benítez, ministra de Medio Ambiente, nuevamente ante los cuestionamientos que provocan la aprobación de proyectos contaminantes, expresó su confianza en “la nueva institucionalidad ambiental, la cual teniendo todos los elementos técnicos (…) no vamos a permitir ningún proyecto que atente contra el medio ambiente y la salud de las personas”, y añadió que las norma termoeléctrica recientemente aprobada en el país es “exigente y de nivel europeo”.
“Necesitamos energía”, afirmó la Ministra, pero “no a costa de la salud de las personas”, y recordó que pronto el país va a contar con tribunales medioambientales y una Superintendencia de Medio Ambiente, con el fin de fiscalizar que las normas se cumplan.
No obstante, los últimos cables revelados por Wikileaks durante esta semana, en los que se revelan las presiones hechas al Gobierno de Michelle Bachelet, por el entonces embajador estadounidense, Paul Simons, con el fin de aprobar el proyecto de la central termoeléctrica Campiche, de la empresa AES Gener, pasando incluso por encima del fallo de la Corte Suprema que había invalidado su aprobación ambiental, cuestionan el real cumplimiento de las normas ambientales vigentes.
Al respecto, en declaraciones al diario La Nación, Sara Larraín, directora del Programa Chile Sustentable, manifestó que “la intervención directa de AES-Gener, utilizando a su gobierno y embajada para violar el estado de derecho en Chile y lograr que la presidenta (Bachelet), los ministros y funcionarios de turno cambien las leyes para servir a sus intereses, es inaceptable; pues degrada la institucionalidad democrática, destruye la fe pública y la legitimidad del estado como garante del estado de derecho”.
Por Christian Armaza Benavides
El Ciudadano
Fotografías: Ministerio de Vivienda y Mutan Rashen