El anuncio hecho en Bogotá, Colombia -en el marco del mundial de Futsal- por el presidente Gianni Infantino remarca la idea de que la FIFA estudia ampliar a 48 el número de finalistas en la Copa del mundo del 2026 ha desatado el escándalo. L’Equipe lo calificó de “ridículo” en suportada a toda página. Pero lo cierto es que se han adelantado porque, en realidad, la Copa del mundo seguirá siendo de 32 finalistas como hasta ahora, eso sí, con una previa, que aparece como más política que futbolística, una que busca más complacer fútbol a selecciones medianas y pequeñas que recaudar más dinero como han escrito ya algunos medios.
Gianni Infantino, desde que inició su campaña electoral, tras ocupar la plaza del sancionado presidente Michel Platini, puso entre sus puntos de su candidatura, el ampliar el número de participantes en la fase final del mundial de 2026, hablando de una cifra de 40 selecciones, ocho más que en la actualidad, buscando la posibilidad de dar más protagonismo a Confederaciones como África y Asia que tienen muchos asociados pero que apenas poseen un cupo que de respuesta a su presencia en la fase final.
Una idea que chocaba con la realidad de la competición original porque desarrollar una Copa del mundo de 40 finalistas no era nada fácil. Se haría larga y con clasificaciones complicadas como se ha visto en la pasada edición de la Eurocopa de Francia 2016, que se hizo eterna.
Pero Infantino, que quiere cumplir escrupulosamente los puntos de su candidatura, nombró como adjunto a la secretaría general y responsable de área de desarrollo a Zvonomir Boban, el ex crack croata del Milan histórico. A su lado se colocó a otra leyenda como es Marco van Basten, el otro ‘hijo’ de Johan Cruyff.
Y como gente de fútbol que son, han desarrollado una solución para que el proyecto de su presidente de ampliar el mundial se factible, pero sin hacer innovaciones que influyeran negativamente en la competición y en su desarrollo. La idea que se va a proponer la semana que viene al nuevo Consejo Consultivo de la FIFA (que sustituye al Comité Ejecutivo anterior) es que el mundial de 2026 por el que lucha Estados Unidos y que podría compartir con Canadá y/o México, pueda tener 48 selecciones participantes.
Eso sí, que con un ‘pero’ importante. Dieciséis equipos irían directamente a la fase de grupos en razón de su clasificación en la fase previa (no teniendo en cuenta su coeficiente como se ha dicho) y los 32 restantes se enfrentaría a una eliminatoria a partido único en que los 16 vencedores se unirían a los 16 ya clasificados y los 16 que perdieran se irían a casa. Un tema que dependerá del lobby que el nuevo mandamás de la FIFA pueda realizar en las respectivas confederaciones.