Son muchos los animales que en el último tiempo están dentro de las listas de peligro de extinción o definitivamente ya se han extinto. Una de estas especies es la tortuga de Galápagos, ¿la razón? se cree que una de ellas es porque en las Islas Galápagos vivían 12 hembras y sólo 2 machos, lo que obviamente impedía el apareamiento óptimo.
Una de las medidas que tomaron los científicos ante este escenario fue llevar a un tercer macho. Más conocido como Diego, esta tercera tortuga macho de más de 100 años de edad, fue trasladada desde el zoológico en el cual vivía hasta su verdadero hábitat: las Islas Galápagos.
Diego no sólo logró ser libre, sino que, además, comenzó a aparearse tanto que en las últimas décadas fue el que más aportó a la procreación de su especie y, por ende, salvarla de la extinción.
Los científicos expertos del Parque Nacional de las Galápagos realizaron un estudio que arrojó como resultado que alrededor del 40% de la población de tortugas existentes en la Isla Española (que conforma el archipiélago) tiene relación genética con Diego.
Si bien la población de tortugas aún no alcanza un estatus saludable, ya que en algún momento fueron más de 5 mil individuos, no cabe duda que el trabajo de Diego entrega esperanzas para su especie.