De acuerdo con un estudio, publicado en la revista ‘Psychological Science’, lo atractivo que alguien resulta no es algo fijo y depende en gran medida de quienes lo rodean. El aspecto influye en cómo nos perciben otras personas, pero nuestra belleza se convierte en un concepto fluctuante ante los ojos de los demás debido al contexto social, afirma el autor de la investigación, Nicholas Furl, de la escuela Royal Holloway (Universidad de Londres).

Tras analizar los resultados de la encuesta, en el marco de la cual los participantes calificaron 30 imágenes de las caras de 15 hombres y 15 mujeres, el científico llegó a la conclusión de que uno resulta más atractivo si está acompañado por alguien que no lo es tanto. Asimismo, si una cara relativamente atractiva se encuentra entre caras «indeseables», es percibida como más atractiva y tiene más ventajas en comparación con la situación contraria, cuando esa persona se encuentra sola.

«Si hoy viera una foto de George Clooney, le parecería igual de atractivo que mañana. No obstante, este trabajo demuestra que nuestra compañía influye en lo atractivo que les parecemos a los demás», señala Furl, quien no se sorprende mucho por el hecho de que nos evalúan según nuestro entorno.El investigador sostiene que la presencia de alguien menos guapo a nuestro lado no solo aumenta el nivel de nuestro atractivo, sino que también «podría hacernos aún más selectivos entre una multitud». Las caras «distractoras» exhiben las diferencias entre las personas atractivas ante los ojos de los observadores que, a su vez, realizan sus estimaciones con más precisión. Teniendo en cuenta estos datos, llamar la atención del género opuesto podría ser más sencillo, al igual que lo podría ser el secreto de la seducción según la ciencia: salir más con amigos que no son especialmente atractivos.