Las nuevas ciclovías luminiscentes que se instalaron hace poco en Polonia harán el viaje nocturno e invernal más placentero, pero lo más importante es que ayudarán a disminuir el gasto energético y la contaminación lumínica.
Las vías, que están en una fase de prueba, están en el pueblo de Lidzbark Warmiński, al norte del país, y la idea es de TPA Instytut Badan Technicznych, una empresa de construcción que se especializa en desarrollo de materiales para caminos.
Los senderos están constituidos de miles de pequeñas «luminóforas» de un material sintético que puede emitir luz tenue por 10 horas y luego recargarse con la luz del sol, como describe el sitio polaco de noticias, Wyborcza. Es decir que la luminosidad de estos caminos es completamente autónoma y no requiere de otro tipo de fuente energética, lo que implica un gran ahorro de recursos y tal vez signifique prescindir totalmente de luminarias tradicionales para las vías.
Aunque el fósforo puede brillar en varios colores, la compañía y la municipalidad del pueblo decidieron que fuera azul, porque combina mejor con el ambiente. Si después de un tiempo el proyecto resulta exitoso, esperan llevarlo a otros lugares de Europa.
Esta no es la primera empresa en probar la idea de dominar la luminiscencia para encender las ciudades. Glowee, una empresa emergente con base en Francia, ha estado desarrollando luces en espacios públicos y edificios, que brillan con bacterias bioluminiscentes
«En Holanda hay ciclovías similares. Esa fue nuestra inspiración para lo que hacemos en Polonia, pero la tecnología que usamos es diferente y, al contrario de la solución holandesa, no requiere de ninguna fuente de poder extra. La creación de estos senderos es parte de nuestra campaña por aumentar la seguridad en el tránsito», explica Waldemar Królikowski, director de la Junta de Caminos Regionales, en Olsztyn, Polonia.
Fuente, IFLScience
El Ciudadano