Luego que ayer se aprobara por unanimidad en la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, el proyecto de Ley de Televisión Digital, se prepara y acelera el camino para la introducción de televisión digital abierta en todo el país.
Ayer, tras la aprobación del proyecto despachado en diciembre del año pasado, Ena Von Baer, ministra vocera de Gobierno, y el subsecretario de Telecomunicaciones, Jorge Atton, se reunieron con la Comisión para cerrar el acuerdo político que permitió la aprobación del texto unánimemente por todos los sectores.
La vocera de Gobierno se mostró muy satisfecha por el consenso logrado ya que “nos indica que también en la Sala vamos a poder lograr una aprobación rápida porque se ha trabajado en forma seria un acuerdo transversal que representa a todos los sectores políticos”.
Ximena Vidal, diputada presidenta de la Comisión, destacó que uno de los logros importantes es que el Consejo Nacional de Televisión velará por la calidad de la televisión chilena de forma más amplia de lo que se planteaba originalmente en la ley.
Entre otros elementos considerados, destacan las horas de programación cultural, que ahora serán 4 horas obligatorias para todos los canales y además, se asegura que no haya privilegios para los medios más grandes y antiguos que ya tienen señales propias, otorgando 20 años de concesión, tanto para este tipo de canales, como para los canales regionales o locales, según indicó la diputada.
Asimismo, se aceleró el plazo máximo en el que se exigirá a los canales que apliquen la televisión digital en el país, el cual era inicialmente de 8 años. Ahora se establece que en 3 años el 85% del país deberá contar con TV digital y que en un plazo de 5 años, el 100% del territorio deberá contar con la tecnología.
Próximamente, el proyecto debe ser ratificado por el pleno de diputados, durante la próxima semana, para luego pasar al Senado y, considerando el acuerdo que ya existe, finalizaría su tramitación legislativa en el primer semestre de este año.
CANALES REGIONALES
Tras la aprobación, esta mañana el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Pedro Pablo Errázuriz, se reunió con el Presidente de la Asociación Regional de Canales de Televisón de Señal Abierta de Chile (Arcatel), Lorenzo Marusic, junto a otros directivos y funcionarios de Gobierno.
En la cita, los dirigentes de Arcatel manifestaron su preocupación en torno a las posibilidades de financiamiento para que los canales regionales puedan transitar desde la televisión análoga a la digital. Además, señalaron que los permisos demostrativos de televisión digital se deben extender a los canales regionales y que para eso esperan contar con el apoyo del Ministerio.
LO QUE DIJO EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
A comienzos de octubre del año pasado, diputados DC presentaron un recurso al Tribunal Constitucional (TC) sobre la inconstitucionalidad del Decreto Nº 264 de 2010 del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, relacionado con los permisos demostrativos para la Televisión Digital, es decir, las transmisiones de prueba que realizarían los canales.
El TC emitió un fallo hace pocos días, el que fue festejado por los diputados, ya que evitó que el Gobierno decida por decreto y evite la discusión en el Congreso, situación que llegó al extremo de las “licitaciones” por decreto en la tórrida digitalización ocurrida en España.
Según el fallo, el debate “llevó al Tribunal Constitucional a que declarase la inconstitucionalidad del plazo de hasta 5 años por el cual podía otorgar permisos demostrativos para realizar pruebas técnicas para la televisión digital. Lo anterior, impide que la transición entre la televisión analógica a la digital se desarrolle mediante decreto y se deba esperar la dictación de la nueva Ley de Televisión Digital Terrestre para que sea el Congreso y esta Ley la que regulen el inicio de la nueva televisión”.
Asimismo, indica que la discusión “ha permitido el aceleramiento de la tramitación del proyecto de ley sobre televisión digital terrestre y ha impedido la tentación de avanzar por decreto en la instalación de la nueva industria televisiva chilena”.
¿Y QUÉ TANTO CON LA TELEVISIÓN DIGITAL?
Además de permitir numerosos avances tecnológicos (ver TV abierta en el auto, tal como se sintoniza una radio, verla en teléfonos móviles y computadores sin tarjeta especial, comprar con el control remoto o ver los programas las veces que se quiera -lo que, evidentemente, requiere poder adquisitivo), la significación más profunda de la televisión digital pasa por la posibilidad de diversificar la oferta en contenidos, así como de distribuir de manera democrática la producción de éstos.
En septiembre del 2009, Michelle Bachelet ratificaba la elección de la norma ISDB-T, estándar creado en Japón y adoptado en Brasil, que permite mejor calidad de recepción, alta definición, mayor diversidad de canales y la captura gratuita en celulares, generando, por cierto, la algarabía de las empresas de telefonía móvil.
La decisión fue tomada, teniendo en cuenta, principalmente, elementos técnicos y comerciales, no de contenidos, lo que generó la conformación de la Mesa de Ciudadanía y TV Digital para proponer alternativas venidas desde las organizaciones sociales ligadas a los medios, el audiovisual y el arte.
Sin embargo, hoy, una vez que el proyecto de televisión digital está ad portas de transformarse en una realidad, ninguna referencia se hace a la televisión comunitaria ni se reflexiona sobre las horrorosas experiencias de países como España, cuyo proyecto de digitalización previo, no está lejos de los errores cometidos en el chileno, a juicio de la investigadora Chiara Sáez.
Al respecto, Sáez, comparando el proceso chileno con el español, se pregunta: ¿Chile necesita o puede sustentar financieramente más canales de alcance nacional que los actuales? ¿Por qué no privilegiar un modelo de televisión regionalista que contribuya a la descentralización cultural e informativa del país, de financiamiento mixto? ¿O un modelo de televisión comunitaria, que entienda el uso participativo del soporte audiovisual como una estrategia para aumentar los índices de desarrollo humano a nivel local o de comunidades de intereses?
Frente a la celebración de la aprobación del proyecto, los chilenos y chilenas esperan respuesta a estas y otras preguntas, que les aseguren la existencia de una televisión inclusiva que no concentre sus esfuerzos en los contenidos basura y la acumulación económica.
Por Cristóbal Cornejo
El Ciudadano
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