Max-Neef: «El modelo económico se sustenta sólo por la irracionalidad de las personas»

Durante una conferencia abierta a la comunidad que ofreció este jueves 02 de octubre en el Hotel Naguilán de Valdivia, el destacado economista y académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Austral de Chile, Dr


Autor: Mauricio San Cristóbal M.

Durante una conferencia abierta a la comunidad que ofreció este jueves 02 de octubre en el Hotel Naguilán de Valdivia, el destacado economista y académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Austral de Chile, Dr. Manfred Max-Neef, realizó una dura crítica al modelo económico imperante y aseguró que la crisis financiera que afecta a Estados Unidos es sólo el comienzo de la debacle del sistema.

«Creo que en este momento estamos viviendo el ejemplo más dramático, más puro y más evidente de a qué lleva la codicia y la acumulación incontrolada, con la tremenda crisis que estamos afrontando y contrariamente a lo que algunos piensan, yo soy un convencido que esto recién es un pequeño comienzo de lo que viene».

En la oportunidad, el ex Rector de la UACh y Premio Nobel Alternativo, que ha sido reconocido por la prestigiosa Universidad de Cambridge como uno de los 50 pensadores más importantes del mundo en el tema de sustentabilidad y recientemente recibió el «Kenneth Boulding Award», máximo galardón que confiere la Sociedad Internacional de Economía Ecológica cuestionó además las desigualdades que perpetúa el sistema.

«Estamos en un mundo que se ha acostumbrado a que nunca hay suficiente para los que no tienen nada, pero siempre hay suficiente para los que tienen todo». Prueba de ello, indicó el economista es la reciente aprobación del Senado norteamericano de 700 mil millones de dólares para salvar a bancos privados, en el mismo momento que la FAO informó que el hambre está afectando a mil millones de personas y valoran en treinta mil millones de dólares la ayuda necesaria para salvar todas esas vidas.

«Triple Crisis»

El académico diagnosticó que el mundo actual vive una «triple crisis», compuesta por «el crecimiento exponencial del cambio climático antrópicamente conducido, el fin de la energía barata y la extensiva disminución de recursos fundamentales para el bienestar humano».

Las causas de esta triple crisis son, a su juicio, «el paradigma económico dominante que propende al crecimiento económico a cualquier costo y estimula la acumulación y la codicia corporativas, el uso incontrolado de combustibles fósiles para facilitar ese crecimiento económico, la aprobación del consumismo como ruta a la presunta felicidad, la destrucción de culturas tradicionales a fin de imponer modelos económicos industriales, un evidente desprecio por los límites planetarios en relación a la disponibilidad de recursos y por último la sobrepoblación».

Nuevo Paradigma

Ante este panorama -dijo-, el mundo requiere de «un giro en 180 grados», de un nuevo paradigma. Éste «tiene que alejarse necesariamente del crecimiento económico a cualquier costo y debe además superar la codicia y la acumulación como metas centrales del presunto bienestar social».

Esta transición -señaló- «debe ser hacia sociedades que puedan ajustarse a menores niveles de producción y de consumo favoreciendo especialmente las economías locales y regionales». En otras palabras -indicó- el nuevo paradigma significa que comencemos a mirar hacia dentro más que estar todo el tiempo mirando hacia fuera».

Los fundamentos del nuevo paradigma propuesto se sustentan en un cambio de política económica desde la globalización hacia la sustitución de importaciones. «El modelo de las ventajas comparativas debe buscarse dentro de las fronteras y no fuera. Lo que existe actualmente es un modelo de ventajas absolutas». Para ejemplificar los problemas que trae este modelo se refirió a lo que catalogó como el escándalo por la leche china. «No puede ser que  en la zona lechera de Chile se compre leche que viene desde 20 mil kilómetros porque es más barata, no tiene lógica, y es cortoplacista. Ahí están los resultados del menor costo, niños muertos y gravemente enfermos».

Chile -dijo- podría ser un ejemplo de cambio porque tiene todas las posibilidades, en la medida que mejore la educación y las inequidades. Debe pasar a ser coherente consigo mismo como lo han hecho los países escandinavos, que no le copian a nadie.

Finalmente estableció como principio fundamental para una nueva economía, que ningún interés bajo ninguna circunstancia puede estar por sobre la reverencia por la vida.

Prensa UACh


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