#NiUnaMenos: Actuemos, organicémonos, eduquémonos en la cultura del respeto

Mar del Plata, Argentina, 8 de octubre 2016, Lucía de 16 años es asesinada por empalamiento, luego de ser drogada y violada por tres hombres de acuerdo a los últimos antecedentes. Coyhaique, Chile, 15 de Octubre, Florencia de 9 años fue encontrada muerta en la leñería de su casa, luego de que su padrastro la asesinara, descuartizara y quemara. México, en las últimas dos semanas han sido asesinadas 8 mujeres transexuales.

Esta cruda cronología que transcurre en el lapso de dos semanas no está constituída por hechos aislados y particulares, sino que es una constante que vivimos en nuestra Latinoamérica. Cómo olvidar a cada una de las mujeres que han sido asesinadas, cómo olvidar a las que han sido violentadas física, psicológica, emocional y sexualmente, o lo están siendo en estos momentos.

Los casos aquí nombrados han adquirido notoriedad y han motivado la indignación de muchas personas, pero ¿cuántos pasan desapercibidos? ¿Cuántos no le importan a la “opinión pública”? ¿Por qué seguimos permitiéndonos que cada año las cifras aumenten?  Esperamos que esta indignación se mantenga, aumente y se expanda, porque ¡nos están amedrentando! ¡Nos están violando! ¡Nos están matando!

En Chile, sólo en lo que va de este 2016 han sido asesinadas 37 mujeres de acuerdo a la cifra oficial de femicidios, que sabemos esconde muchos casos más. Y esto ocurre porque hemos permitido que nuestras madres, hijas, amigas, tías, abuelas sean violentadas, sean reprimidas. Porque no hemos hecho real la igualdad entre personas. Porque. aguantamos que las élites nos vendan que todo se soluciona con cuotas de género, como si cambiaran en algo la vida de las miles de niñas, jóvenes, mujeres todas, y de todas las edades, que sufren el dolor, la violencia, el miedo y la vulnerabilidad por el solo hecho de ser mujeres; porque el pan no alcanza para sus hijes; porque los golpes de infancia eran pan de cada día; porque la violencia se les volvió natural; porque incluso buscando protección, se les negó; porque el Sernam no frenó el ciclo de violencia; porque el Sename las maltrata; porque el juez creyó que no se necesitaba una orden de protección; o porque la orden de alejamiento no sirvió para nada.

Esta es la realidad que se vive en los hogares de miles de mujeres sin derechos, sin pantallas, porque las pantallas aparecen cuando ya nos han matado. Al mismo tiempo, mientras muchas mujeres nos organizamos para construir una sociedad justa e igualitaria desde nuestras múltiples diversidades y denunciamos estas violaciones constantes a nuestros derechos humanos, somos criticadas, nos dicen que esto es moda o bien, nos tildan de violentas. Resulta paradójico, ¿no? ¿Cuándo la lucha por derechos es moda? ¿El feminismo, que es la lucha por el derecho a una vida justa y digna para todes es violento? Al menos podría indignarles de la misma manera que nos golpeen, violen, asesinen… ¡Como mínimo!

El femicidio, o feminicidio como es conocido en otros países, es la manifestación fatal de la violencia machista, la que se presenta en escalada. Es la expresión de la violencia que nos afecta a todos, todas y todes en esta sociedad sumergida en un modelo violento, desigual y segregador.

En Argentina, Chile y México se han convocado a paros, marchas y concentraciones simultáneas para este miércoles 19 de octubre. Esta vez queremos que la indignación por tanta muerte, por tanta violencia se transforme en el impulso para que construyamos un país, una Latinoamérica donde la vida de cada persona importe.

Mis duele el alma, y no va a parar de dolernos mientras sigamos sintiéndonos inseguras ante tanta violencia. No solo digamos #NiUnaMenos, actuemos, organicémonos, eduquémonos en la cultura del respeto. Debemos radicalizar nuestra mirada, nuestro proyecto país, ya basta de tanta muerte por violencia. Son les niñes del Sename, son las mujeres asesinadas en manos de hombres violentos, son les adultes mayores que pasan hambre por pensiones miserables, son les inmigrantes de nuestra Latinoamérica que hemos abandonado. Eduquemos personas libres, respetuosas y plenas, esa es la base de una sociedad igualitaria y verdaderamente democrática. Construyamos un país con fuerza popular, feminista, democrática y plurinacional.

Karina Oliva, presidenta Poder Ciudadano

Barbara Castillo, equipo de Contenidos Poder Ciudadano