El 2011 Chile cambió. Después de una larga siesta, el poder económico volvió a sentir en las calles el aliento de la autoridad popular. Cinco años después, el movimiento NO+AFP se vuelve a tomar las alamedas y se sospecha ya que estos movimientos telúricos son sólo la punta del iceberg. En materia de salud también hay una deuda histórica con la población.
En este contexto surge FESAL, el 1er Festival por el Derecho a la Salud, a celebrarse el próximo 30 de octubre. Su impulsor, el presidente de Fundación Equidad Chile, Tomás Lagomarsino, el presidente de la Fundación Equidad, Tomás Lagomarsino, quien también integra la plataforma Chile Mejor sin TPP analizó el panorama de nuestro sistema sanitario y el por qué necesitamos un festival como este.
Piñera se refirió una vez a la educación como un bien de consumo. De acuerdo al modelo económico, político y social que hemos avalado, su perspectiva es coherente. ¿Qué lugar ocupa hoy la salud en nuestra institucionalidad?
– Durante el gobierno de Piñera recordemos que se intentó implementar el IPC de la salud que venía a profundizar la idea de que la salud es un bien de consumo. Independiente de que esa propuesta no haya prosperado, nuestra institucionalidad y los gobiernos se han encargado de consolidar el concepto de que quien tiene más recursos económicos puede optar a una mejor salud. Esto se refleja en tener un sistema donde hay establecimientos de salud para los más pobres, para quien no es tan pobre, para quien puede pagar un poco más y así sucesivamente hasta el que puede atenderse en la clínica que tiene todos los recursos y especialistas a su disposición.
Otro ejemplo claro es el GES, ex AUGE, que fue pensando en su momento como un mecanismo para priorizar ciertas patologías, pero también como un sistema de gestión. Me explico. La gracia era ir sumando sucesivamente patologías a medida que los esteblecimientos, es decir, consultorios, hospitales, fueran garantizándolas. Sin embargo se transformó en el gran ofertón político y se sumaron muchas patologías sin que los establecimientos de salud pudieran adaptarse. Conclusión de ello: para garantizar el GES deben comprarse servicios al sector privado derrochando recursos que podrían ser mejor utilizados en el sector público. Ahí está el negocio del AUGE para las clínicas, centros médicos, centros de diálisis, etc.
Sabemos que el parlamento está evaluando aprobar el TPP. ¿Cómo afectaría la implementación de este tratado comercial a nuestro sistema de salud?
– Primero que todo, en FESAL tendremos dos actividades que se enfocan a esta problemática, la primera de ellas es un conversatorio titulado “Acceso a medicamentos, ¿cuán grande es la brecha?”, en el que se tratará este tema entre otros, y la presentación del libro desarrollado por la Plataforma Ciudadana Chile Mejor Sin TPP titulado “Impacto del Acuerdo Transpacífico”.
En cuanto a tu pregunta, el TPP lo que hace es profundizar los monopolios de las farmacéuticas transnacionales mediante distintos mecanismos y, con ello, impide el ingreso de medicamentos más asequibles, como los genéricos, y les permite a las empresas fijar el precio de los fármacos por un mayor tiempo. El mismísimo Ministerio de Salud desarrolló una minuta en la cual establecía el costo de uno de los mecanismos que establecerá el TPP, y que afecta a los medicamentos biológicos, en 843 millones de dólares para el sistema de salud en su globalidad.
Si el Congreso lo ratifica es claramente continuar en el camino de aumentar la brecha de acceso a medicamentos. Es un tema que trataremos a fondo en FESAL.
Al momento de criticar al modelo neoliberal es normal que se hable de negligencia, incompetencia o carencia de una perspectiva solidaria, pero pocas veces se sugiere que exista una intencionalidad en sus privaciones. Noam Chomsky y Naomi Klein, con su Doctrina del Shock, son ejemplos de intelectuales que sí han profundizado en esta tesis. Tomando en cuenta que el FMI y el Banco Mundial sugieren a sus países deudores, entre ellos Chile, que reduzcan sus presupuestos en protección social ¿Crees que en la precaria realidad de nuestro sistema sanitario existe una intencionalidad por parte de los administradores del modelo?
– Primero que todo, tengo que mencionar que el Banco Mundial asesoró fuertemente al Ministerio de Salud en los años posteriores al fin de la dictadura y, a grandes rasgos, la conclusión de ese proceso fue consolidar el modelo segregador y altamente inequitativo del sistema de salud.
El principal administrador del modelo actual es la Constitución, que no garantiza el derecho a la salud, sino que protege el libre e igualitario acceso a las prestaciones sanitarias. La intención de esto es generar un sistema fragmentado y donde la salud se transforma en un bien de consumo como mencionamos anteriormente. Tomando esto como base divide el sistema en aquel enfocado a las Fuerzas Armadas, que al igual que el sistema de pensiones mantiene una lógica solidaria dentro de sí mismo, un pilar enfocado en las enfermedades profesionales y accidentes del trabajo administrado por las mutuales que son entidades privadas y el binomio Fonasa e Isapres.
A corto plazo, nuestro principal objetivo debe ser romper la dualidad entre Fonasa e Isapres mediante la implementación de un fondo mancomunado que integre solidariamente ambos sistemas. De esta forma podemos avanzar progresivamente en la creación de un Fondo Único, Nacional y Solidario de Salud. De hecho, esa fue la recomendación de mayoría de la Comisión Asesora Presidencial y que duerme hace meses en el Ministerio de Hacienda.
Esto es importante porque las Isapres funcionan como seguros privados aprovechándose de una cotización obligatoria que debería ir hacia la seguridad social y segmentándola para un grupo que tiene menos carga de enfermedad, que tiene mayor índice de masculinidad y más jóvenes que no ocupan el sistema. En cambio la mayoría de los chilenos estamos en FONASA, debemos solidarizar entre el 80% de la población que tiene más carga de enfermedad, que tiene más mujeres, porque los planes en Isapres para mujeres son más caros, y de mayor edad, porque tienen más patologías crónicas y las Isapres les cobran más. Tenemos que conectar ambos mundos a través de un fondo solidario para romper la brecha.
FESTIVAL DE LA SALUD
Cuéntanos qué es FESAL y por qué Chile lo necesita.
Chile necesita mucha construcción colectiva y tejido social en general y, en el sector salud, esto es más evidente aún. FESAL nace de la idea de generar un espacio de encuentro entre la mayor cantidad de actores del área de la salud con las comunidades y la ciudadanía. Esto con el plus de que será un ambiente libre de intereses privados como las farmacéuticas, empresas de tecnología, entre otras, que siempre financian los congresos y jornadas. Nuestra intención como Fundación Equidad Chile es que ellos, las empresas privadas, no estén ese día.
Quienes sí estarán y por montones son las agrupaciones de pacientes, los colegios profesionales, las organizaciones no gubernamentales, entre tantos otros.
Ojalá el 30 de octubre podamos generar mucho capital político y masa crítica para empujar los cambios que necesita nuestro sistema de salud, pero ojo, con un enfoque de derechos humanos y de determinantes sociales.
Hemos logrado constituirnos como una ciudadanía que sabe expresar sus demandas, pero no hemos tenido la misma consistencia para unificarnos y ser propositivos. ¿El Festival por el Derecho a la Salud considera como parte de su agenda el asumir compromisos proactivos concretos por parte de las organizaciones participantes?
FESAL es un evento que queremos que se transforme en un hito para impulsar propuestas y evaluar los avances año a año. Esta es la primera versión y esperamos que pueda repetirse el siguiente, y así sucesivamente.
En ese sentido, FESAL lo que promete es un espacio de discusión y construcción, siendo las personas, organizaciones y movimientos los que deben apoderarse de él para construir desde allí. Lo que sí puedo anticipar es que se está levantando una iniciativa que agrupa a varias de las organizaciones que estarán ese día y que se llama Frente Social por la Salud. Ya oirán más de él en algunas semanas.
¿Qué temas se debatirán en los conversatorios y quiénes serán sus expositores?
Primero que todo no son exposiciones, es una conversación entre distintos actores. El 30 de octubre no tendremos exposiciones porque no es el ambiente que deseamos generar.
Los conversatorios son cinco durante todo FESAL. En primer lugar tenemos el conversatorio “Derecho a la salud, ¿qué nos falta?” donde tendremos a Jaime Sepúlveda, connotado salubrista y médico social, también estará Gabriela Farías que es presidenta de la FENPRUSS. El segundo es “¿Es posible elegir vivir sano?” donde estará Susana Jiles que es coordinadora del proyecto Alimentación, justicia y salud de la Fundación EPES, Luis Solis de la Confederación de Ferias Libres, que son una muy buena opción para alimentarse saludablemente, y Lorena Rodríguez por parte del Ministerio de Salud.
En tercer lugar estará el conversatorio “Acceso a medicamentos, ¿cuán grande es la brecha?” donde estará el presidente del Colegio de Químicos Farmacéuticos, Mauricio Hubermann, por parte de las agrupaciones de pacientes Cecilia Rodríguez que es de la Fundación Me Muevo y Tatiana Tobar por parte del Ministerio de Salud. Le sigue “Saturación de las carreras de la salud, ¿mito o realidad?” donde estará Carlos Marchant presidente del Colegio de Cirujano Dentistas de Valparaíso y Magaly Miranda de la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermería.
Finalmente cerramos con el conversatorio “Género y salud, una deuda pendiente” donde estará Anita Román del Colegio de Matronas, Verónica Matus de Corporación La Morada y Ramiro Molina, maestro de la Ginecología chilena. La gracia de este último conversatorio es abordar la Ley de Aborto en tres causales y el movimiento Ni Una Menos, que ha estado en la palestra estos días.
¿Cuál será el rol y aporte exclusivo de las asociaciones de pacientes que participarán en el festival?
El rol de las agrupaciones de pacientes es clave dado que son ellos los que conocen sus necesidades y viven las injusticias del sistema día a día. Su aporte es una inyección de realidad a FESAL, de esa que no sale en los noticieros ni en los medios de comunicación.
Cualquier idea que se origine en FESAL tiene que tener el sello de las agrupaciones porque ellos son los que pueden entregar legitimidad a las propuestas. Además ellos fueron capaces de levantar la marcha de los enfermos hace algunos años que fue el origen de la Ley Ricarte Soto, aunque la ley no fue reflejo de la demanda real que existió.
Como Fundación Equidad, ¿qué hay después de FESAL?
En el corto y mediano plazo lanzaremos una interesante iniciativa llamada Asamblea Constituyente Joven en noviembre, también una campaña comunicacional sobre violencia de género en conjunto con otras organizaciones y el segundo Concurso Fotográfico sobre Inequidades en Chile el próximo año. Paralelamente a esto, seguiremos trabajando contra el Tratado Trans Pacífico y por la causal de violación en la ley de aborto en tres causales, dado que es la que más peligra en estos momentos.
Por Álvaro Grunert
El 1er Festival por el Derecho a la Salud se celebrará el domingo 30 de octubre, en el anfiteatro del Parque Bustamante, a partir de las 10:00 am. La entrada es liberada.
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