No hay acuerdo entre el gobierno y los trabajadores del sector público en la negociación del reajuste salarial. Tímidamente, la parte encabezada por Hacienda y Trabajo ha subido su oferta de 2,9 a 3%, primero, y ayer ofrecieron 3,2% y 6% para los sueldos más bajos de administrativos, auxiliares y técnicos, además de un bono de vacaciones de $73.500 y un bono por término de conflicto sujeto a la suscripción del acuerdo.
Las cifras ofertadas por el gobierno están muy lejanas de las aspiraciones de los funcionarios públicos, que bajaron desde un 7,5% inicial a un 7%. Por lo mismo, los trabajadores llamaron a un paro nacional por 72 horas que comenzará mañana miércoles 26 de octubre, en lo que parece ser otro capítulo tortuoso para la administración bacheletista, considerando el reciente balde de agua fría recibido con motivo de las pasadas elecciones municipales.
A pesar del evidente conflicto que se avecina, el Ejecutivo decidió enviar hoy el proyecto de ley al Congreso, sin embargo, desde el sector público adelantan una marcha en Valparaíso “para exigirle a los parlamentarios, que ese proyecto de ley que envió el Ejecutivo, sea rechazado y se modifiquen las cifras a favor de los trabajadores», según indicó Esteban Maturana, presidente de la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud Municipal (CONFUSAM), en conversación con El Ciudadano.
El dirigente comentó que van a “estar atentos a cómo vota cada parlamentario”. En la misma línea, el médico sostuvo que esperan que “los legisladores lean el escenario político del reciente desastre electoral para la coalición gobernante, sabiendo que el año que viene enfrentan elecciones. Si bien se dice que los chilenos tenemos memoria frágil, los dirigentes nos encargaremos de recordarle a nuestra gente lo que ocurrió este año».
En el caso de la salud municipal, la movilización adquiere un carácter especial, considerando la adhesión al paro productivo convocado para el próximo 4 de noviembre en el marco de la lucha contra las AFP.
De esta manera, los funcionarios pararían miércoles, jueves y viernes, volverían el martes 2 de noviembre, pero el 4 habría una nueva paralización, cuestión que hace previsible el malestar de los usuarios. Consultado sobre este punto, Maturana recalcó la implementación de turnos éticos. «Nos vemos en la obligación de hacer estos paros, pero no son contra la gente, sino contra las políticas del gobierno hacia los trabajadores públicos», señaló.
“EL GOBIERNO TIENE UNA MIOPÍA IMPORTANTE”
Luego de los malos resultados para la Nueva Mayoría en las pasadas elecciones municipales, donde perdió en comunas emblemáticas como Santiago, Valparaíso y Maipú, algunos sectores de la coalición comenzaron a torpedear al gobierno, como la Democracia Cristiana, partido que decidió congelar su relación política con La Moneda.
Por tanto, la negociación con el sector público puede transformarse en otro dolor de cabeza para una administración que parece no tener respiro semana tras semana. Es cosa de recordar el error en el padrón electoral, el potencial conflicto de interés del ministro de Justicia, el rechazo a las AFP…
«Yo creo que el gobierno tiene una miopía política impactante, no han sido capaces de leer lo que pasó el domingo en las elecciones (municipales), ni lo que han dicho sistemáticamente todas las encuestas de opinión pública, en orden a la pérdida de credibilidad, que ya es más que preocupante», sostuvo Esteban Maturana.
Sin embargo, el presidente de CONFUSAM cree que al gobierno ya se le abrió otro frente “y el año que viene tendrá más flancos abiertos, porque obviamente será el año del No+AFP, que le vamos a dar como caja desde enero en adelante. Nosotros queremos terminar con las AFP, pero el gobierno va a intentar maquillar, pero no van a modificar de fondo el sistema», adelantó.
La quitada de piso al gobierno realizada por algunos actores oficialistas, como Ignacio Walker, ha impulsado a otros a dar por terminada la administración de Michelle Bachelet. No es casualidad que la agenda esté cada vez más centrada en la próxima elección presidencial.
Al respecto, Esteban Maturana afirmó que “es muy difícil negociar con un gobierno, que se va a dedicar a administrar lo que resta del período. Les queda un poco más de año y medio de gobierno y las opciones que tienen de avanzar en reformas son nulas”.
En este sentido, añadió que “el ministro de Hacienda (Rodrigo Valdés) parece que tiene muy claro el escenario crítico que está enfrentando, hará su trabajo en una lógica muy propia de un ministro que está imbuido de una mirada muy monetarista de la política fiscal, para tratar de entregar las cuentas al próxima gobierno, que ellos entienden que es de derecha”.