Hace semanas que se viene señalando que la situación interna del oficialismo es compleja, incluso se podría decir que es por momentos era caótica, debido la incapacidad política demostrada por el gobierno y la falta de instancias para llegar a acuerdos al interior de la Nueva Mayoría. Esto se acrecentó con la denominada crisis del padrón electoral, la ya mítica ley corta para corregir el error y los posteriores resultados electorales.
Conocida la derrota del domingo, de inmediato los partidos comenzaron a enviar mensajes claros de que la relación se complicaba más: primero hicieron caso omiso a la invitación de la presidenta Bachelet para conocer los resultados en el palacio de La Moneda; luego desde sus respectivas sedes partidarias llamaron al gobierno de asumir su responsabilidad y hacer los cambios profundos en el gabinete que reclaman hace largo rato y, tercero, se negaron a participar ayer del tradicional comité político.
A esto se suma la decisión del ministro de Justicia Jaime Campos de remover al director del Registro Civil, Luis Acevedo (DC), en medio de la investigación sumaria que busca establecer responsabilidades por el cambio de domicilio a 463 mil electores. La decisión ministerial fue el detonador de la decisión de la directiva de la DC, que por cierto pide respeto al ser el partido más votado de la coalición – con 43 alcaldes y 402 concejales electos – y comienza a hacer sentir su presión.
Esto queda refrendado en los dichos de la presidenta de la DC, la senadora Carolina Goic, quién señaló (en entrevista con el vespertino La Segunda) que «con la DC no se juega y el partido va a ejercer su rol como el principal de la Nueva Mayoría». Un mensaje claro y directo a La Moneda, que se va acercando cada momento más a un atolladero si no toma decisiones pronto.
«Me gustaría ver un gobierno que reacciona, que asume la responsabilidad de hacer las cosas distinto y que reacciona en todos los niveles. A eso la DC va a apostar», agregó Goic.
En la misma línea se expresó el jefe de la bancada de diputados de la falange, Fuad Chahín, quién señaló que «La DC no da esta señales políticas sólo por la salida de sus militantes de sus cargos de gobierno. EL gobierno no puede seguir mirando al techo y acumulando errores».
Y agrega Chahín, apuntando al equipo político de La Moneda, que «Evidentemente hay responsabilidad del gobierno, y políticamente el gobierno lo conduce el comité político. Quedará en la literatura de lo que no se debe hacer, como es el cambio de gabinete realizado en la semana pasada, cuando el gobierno abdica frente a Lagos y eso la ciudadanía lo castiga».
El gobierno ¿Reacciona?
La decisión de la DC no solo se relaciona con la relación directa con La Moneda, sino que también con los 18 meses que le quedan al gobierno para desarrollar su agenda legislativa, que involucra el trámite en el parlamento de los proyectos embléticos del ahora esmirriado programa de gobierno.
Cabe señalar que si hasta ahora la gestión del Gobierno en el Parlamento fue compleja, habrá que entender que la crisis que se desarrolla aumentará los grados de dificultad. Pero, a primera vista, el Ejecutivo desdramatiza la situación.
Anoche tras conocer la decisión de la Democracia Cristiana, el ministro del Interior y militante por más de 50 años del partido, Mario Fernández, solo atinó a decir que “Hemos tenido una conversación muy franca y vamos a ver como sigue. La directiva del partido se tiene que reunir”.
Al mismo tiempo, y al ser consultado como queda su posición considerando su militancia, Fernández expresó, en el mismo tono parco que le caracteriza que «Así es la política, pero también soy un militante muy disciplinado del partido a mucho honor”.
Sin embargo, esta mañana el gobierno trató de entregar algunas señales tanto a la DC como al resto de la Nueva Mayoría. En este sentido, el ministro vocero Marcelo Díaz señaló que “después de una elección siempre los partidos y el Gobierno tienen que hacer un análisis, una reflexión respecto del resultado, el significado del mismo; y estamos en esa etapa, así que yo llamaría a que tomemos las cosas con calma y que cada partido, que cada actor político haga la lectura que hay que hacer”.
“El mensaje lo dio la Presidenta el día domingo: no solamente se expresó a través de las urnas, también fuera de ellas; y por eso digo que aquí es importante que todos leamos no solamente el resultado específico en la comuna o en la región determinada sino que lo leamos en su conjunto y que nos ocupemos de lo fundamental, que es ver cómo somos capaces de responderle a la gente” agregó Díaz.
Claramente son frases para salir del paso y tratar de cuadrar a una coalición que se encuentra en actitud de desbande. Peor aun intenta aglutinar voluntades tras una figura presidencial que ya no se impone como hace tres años atrás.
Finalmente, el ministro Díaz, sin dar ninguna idea clara de los que pretende o tiene entre manos el gobierno (si es que alguna de las dos posibilidades se da), declaró, en tono de palabras comunes, que “no tengo ninguna duda que luego del análisis y la reflexión que hagan todos los actores y especialmente nuestra coalición, que se suma por cierto a la que está haciendo y ha hecho el Gobierno, vamos a tener los encuentros y las reuniones necesarias para poder definir esa hoja de ruta que nos permita trazar con claridad lo que vamos a hacer de aquí hacia el final del mandato”.
Se despresidencializa el debate
Una de las primeras concecuencias de la debacle electoral de las municipales, fue golpear a las candidaturas presidenciales de la Nueva Mayoría, específicamente, a las aspiraciones de Ricardo Lagos y de Alejandro Guillier. De hecho el diputado Fuad Chahín se atrevió a señalar que «la candidatura presidencial de Lagos murió este domingo»; y la misma Goic expresión «la candidatura de Lagos está en una situación compleja».
Ante esto Lagos salió a defenderse en su estilo señalando que «Bueno, si ese diagnóstico es así, lo único que yo diría es que por esa misma razón estoy aquí para ponerme frente a ustedes con más fuerza, de eso se trata». Juanto con ello, en el tono republicano que le carcateriza, señaló que «Chile tiene un futuro que ha sido capaz de construir a partir de lo que hemos hecho y, por lo tanto, es indispensable que las transformaciones que hay que hacer continúen, las rectificaciones que haya que hacer se hagan, pero lo importante es que hay un modo distinto de entender cómo se construye un país respecto de aquellos que piensan que el mercado resuelve buena parte de los problemas y los que pensamos que se hace a partir de lo que cada uno de los ciudadanos quiere».
Para cerrar su alocución de macrodefensa personal, Lagos expresó que «Es el momento de la convergencia y la unidad entre los que tenemos similares proyectos para garantizar el futuro que queremos construir».
En tanto, el senador por Antofagasta Alejandro Guillier fue más cauto en sus dichos y expresó que “El compromiso es seguir trabajando en esta necesaria reflexión de los resultados del domingo con el objetivo de que hay que avanzar en esta nueva forma de hacer política con la gente, con temas nuevos, enfoques diferentes y sobre todo sentido de futuro de un Chile que cambió definitivamente, que ya no responde a los estilos políticos que conocimos hace algunos años”.
“Le restaría dramatismo pero pediría que fuera una reflexión crítica. Ellos están diciendo que van a tomarse su tiempo para reflexionar lo que ha pasado y yo creo que todos vamos a tener que hacer lo mismo, entre otras cosas todos tenemos que sacar lecciones porque todos tenemos responsabilidad en esto» agregó Guillier.
Finalmente, el presidenciable apoyado por el partido Radical expresó que “Lo otro es que es necesario que la política se abra a la ciudadanía porque la renovación de la política está en la ciudadanía, la posibilidad de una política religitmada se encuentra en que la política institucional restablezca relación con la ciudadanía”.
José Robredo H.
@joserobredo
El Ciudadano