¿A qué velocidad está avanzando la tecnología en la actualidad? Son muchos los que sostienen que estamos estancados, que hemos llegado a un nivel en el que el se progresa de una forma sumamente lenta. Sin embargo, no es así. Uno de los mejores ejemplos es el increíble avance que se está consiguiendo en campos como el de la inteligencia artificial.
¿Qué podría ocurrir cuando le ordenas a dos sistemas inteligentes que se comuniquen entre ellos de manera cifrada y le dices a un tercero que intente romper el cifrado? Entre otras cosas, un resultado muy sorprendente, además de un increíble experimento que resulta de mucha utilidad. Y es que, esto es lo que ha ocurrido en el departamento Google Brain, donde los investigadores han descubierto que los ordenadores son mejores cifrando que descifrando.
¿Está Skynet al caer?
Los investigadores de Google Brain han publicado una investigación –la cual puede ser encontrada aquí— titulada “Aprendiendo a proteger comunicaciones con criptografía neuronal adversa”, en la que dos redes neuronales llamadas Bob y Alice compartían un llave secreta. Por otro lado, una tercera red neuronal denominada Eve fue encomendada la misión de interceptar la información transmitida entre las dos primeras y descifrarla.
Alice y Bob superaron la prueba con éxito, ya que desarrollaron un sistema de cifrado increíblemente avanzado, hasta en estándares humanos. Sin embargo, el mal trago se lo llevó Eve, ya que el sistema inteligente fue incapaz de romper el código creado por sus semejantes. No obstante, no todo son malas noticias puesto que Eve proporcionó numerosos indicios de una gran mejora en el desarrollo del algoritmo de descifrado.
A pesar de todo, la gran sorpresa la dieron tanto Alice como Bob, puesto que a medida que Eve intentaba romper el sistema de cifrado, éste era mejorado de manera continua por sus creadores no-humanos. Los resultados demuestran que, como los humanos, las redes neuronales son mucho mejor cifrando que descifrando códigos secretos, aunque es algo que tiene cierto sentido en sí mismo, puesto que han sido creados a nuestra imagen y semejanza cerebral.
Vía Andro4all