Durante la semana pasada, la Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Temuco decidió revocar por tercera vez el arresto domiciliario de la machi Francisca Linconao. La autoridad ancestral ha sido obligada a abandonar su comunidad y territorio, pese a que no existe ninguna prueba en su contra.
Sólo uno de los jueces insistió en su encarcelamiento, que ocurre en un momento profundamente delicado para la salud de Linconao. Así lo señalaron una serie de organizaciones sociales y políticas que publicaron una declaración pública para pedir la liberación de la mujer mapuche.
«El encarcelamiento de la Machi Francisca Linconao se produce en medio de la lucha en contra de la violencia hacia las mujeres. Dicha violencia no solo es la que propicia el varón, también lo es la propiciada por el Estado que naturaliza que el gobierno de Michelle Bachelet y la Nueva Mayoría apliquen la ley antiterrorista a una mujer indígena de sesenta años que ha enfermado gravemente producto de su privación de libertad. Lo descrito -que ha sido certificado por una comisión del Colegio Médico de Chile- destroza el carácter democrático de las leyes chilenas, pues a todas luces el Estado perpetra un feminicidio lento y tortuoso», sentenciaron.
Además, los firmantes de la declaración recordaron que, pese al slogan del #NiUnaMEnos que se colgó en la fachada de La Moneda, el gobierno es parte querellante en este caso. En dicho rol ha invocado la Ley Antiterrorista (18.314), elaborada por la dictadura chilena y objeto de numerosos cuestionamientos por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y el Comité de Derechos Humanos de la ONU.
«Dichos cuestionamientos han sido posibles no solo por la denuncia de comunidades indígenas, sino también por la denuncia de distintos grupos de mujeres y lesbianas y mujeres feministas. Si bien este gobierno ha impulsado políticas de género, el Ministerio de la Mujer y la Equidad y sus personeras como la Directora regional de La Araucanía, Bárbara Eytel Pastor, y la Ministra comunista Claudia Pascual, se han negado, entre otros, a hacer cumplir las reglas de Bangkok aprobadas por las Naciones Unidas para el tratamiento respetuoso de los derechos humanos de las mujeres privadas de libertad«, argumentaron.
Por ello, enfatizan, el compromiso de Bachelet con las mujeres es falso: «Este dominio para mantenerse, no duda en encarcelar y agredir a las mujeres que se enfrentan a sus imposiciones en pos de amparar los intereses de las empresas trasnacionales, el Latifundio y la burguesía dominante. Esto en particular –la defensa de intereses neoliberales- es lo que mantiene a la Machi en la cárcel».
Sin considerar las diferencias protegidas por el Convenio 169 de la OIT, el gobierno de Bachelet ha impuesto sus propios marcos interpretativos a una mujer indígena defensora de la Tierra y el Territorio.
«Francisca Linconao no ha cometido delito alguno, al contrario ha defendido las plantas medicinales que usa para la sanación de la gente y ha denunciado abusos policiales logrando demostrar legal y públicamente que tenía razón. Esto le ha valido una venganza patriarcal en todo sentido, orquestada desde el Estado neoliberal chileno. Por esto que sepa la presidenta Michelle Bachelet: ¡Cuando decimos NI UNA MENOS es NI UNA MENOS!» cerraron.
La declaración es firmada por la Coordinación de Ni Una Menos, Red Lesbofeminista de Apoyo a la Machi Francisca Linconao Huircapán, Preuniversitario Trans Profesora Mara Rita, Mujeres Descolonizando, Colectivo teatral PatriamuertA, Observatorio Mujeres y Medios, Coordinadora Feminista Valdivia, Fundación Transitar, Católicas por el Derecho a Decidir, Editorial Ceibo y la Asamblea Territorial de Conchalí, entre otras numerosas agrupaciones.