Estalla huelga de subcontratados en la USACH y Biblioteca de Santiago

Producto de la intransigencia de las empresas contratistas Servicios Chila S.A. y Prestación Servicios Integrales S.A., que ofrecen cero pesos de reajuste salarial por cuatro años, los trabajadores de Aseo y Jardines de la USACH inician hoy su huelga legal, pese a múltiples prácticas antisindicales.

Son en su mayoría mujeres, ancianos e inmigrantes, quienes sufren constantes descuentos abusivos a sus sueldos, lo que implica que ganen por debajo del salario mínimo. En mayo del año en curso, constituyeron su organización sindical y, en este momento, se encuentran en negociación colectiva. Hasta ahora el diálogo ha sido una instancia estéril a causa de la intransigencia de los empresarios de la familia Nasiff, quienes han mantenido su oferta de cero pesos de ajuste salarial por cuatro años durante todo el proceso de negociación, lo que ha derivado inevitablemente en la huelga.

Los trabajadores indican que la Universidad de Santiago de Chile se ha mantenido al margen del proceso, pese a las constantes invitaciones del sindicato. A su vez, denucnian que las empresas contratistas persisten en prácticas antisindicales dentro de las instalaciones de la institución pública. Los argumentos que esgrimen para no interferir, aluden a que la negociación colectiva reglada les impide participar. Sin embargo, el año 2014 intervinieron modificando los contratos de los trabajadores para realizar un aumento salarial de 70 mil pesos, en una negociación colectiva no reglada y respecto a remuneraciones, prácticas antisindicales, seguridad e higiene son solidariamente responsables según la ley de subcontratación.

Por otra parte, en el año 2009 cuando los subcontratados se agruparon en el Sindicato SIME y negociaron colectivamente, la empresa contratista del momento, Denko, renunció al segundo día de huelga y la Universidad pasó a ser responsable legalmente de los trabajadores.

En esa fecha, a través de una carta al sindicato, las autoridades llamaron a deponer la movilización y a dialogar en un plazo de 3 semanas, ofreciendo conceder algunos puntos a los trabajadores. Sin embargo, ese ofrecimiento fue desconocido, terminando en una derrota, que desarticuló la organización sindical, con descuentos de todos los días de huelga y ningún beneficio para los trabajadores.

Actualmente, es el segundo intento de los trabajadores más precarizados de esta institución pública por tener representación frente al resto de la comunidad universitaria. Para María Inés Ortiz, presidenta del Sindicato, la situación es de vida o muerte, pues en esta huelga está en juego el derecho a su organización, por lo que enfatiza que “es la única forma de hacer frente a las condiciones laborales inseguras, en algunos casos insalubre y, por sobre todo, muy precarias”. Además agrega que “la Universidad no interfiere, porque les molesta que tengamos sindicato, quieren que los trabajadores sigamos sin voz”.

Los estudiantes han sido un factor importante en este proceso, se han manifestado con marchas, organizando canastas familiares y otras acciones, que apuntan a que el resto de la Universidad se involucre. En palabras de Patricio Medina, presidente de la Federación se trata de que “la Universidad se debe hacer cargo, sino es tan responsable como las empresas de las prácticas antisindicales”.

El gremio de los trabajadores también abarca a los subcontratados de la biblioteca de Santiago, quienes se sumarán y participarán activamente de la huelga.