La actual crisis económica está produciendo desastrosas mermas en los fondos previsionales de los chilenos. Insólito y escandaloso resulta el silencio de los medios, gobierno y empresariado, que insisten en que los cotizantes mantengan su dinero en los fondos más riesgosos, pese a que hasta el propio presidente de la CPC, Alfredo Ovalle, reconoció que tiene sus fondos en los de tipo E, que son los más seguros.
El Ciudadano entrevistó al economista de CENDA, Manuel Riesco Larraín, quien le viene siguiendo la pista al sistema previsional chileno, el que apropia para las AFP de uno de cada tres pesos cotizados. Riesco da las pistas sobre qué hacer con los fondos en la actual coyuntura, analiza el desastre que implican las AFP y anuncia el fin del neoliberalismo.
¿Según sus cálculos a cuanto ascienden las pérdidas de los fondos de los cotizantes de las AFP desde la crisis sub prime en Estados Unidos?
Según el índice que el Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (CENDA), actualiza diariamente a partir de las cifras disponibles en el sitio web de la Superintendencia de Pensiones, desde el inicio de la crisis, el 25 de julio del 2007, y hasta el 30 de septiembre del 2008, las pérdidas de los fondos de pensiones que administran las AFP ascendían a 20.006 millones de dólares de hoy, equivalentes al 18,97% del fondo total. Quiénes están en el fondo A – más de un millón trescientas mil personas – han perdido hasta ese día un 28,35%, y los casi cuatro millones de afiliados que están en el fondo B han perdido un 22,4%. Solamente los 56 mil afilados al fondo E, menos de un 1% el total, no han perdido nada en este período.
¿Qué riesgo tendrían los cotizantes si cambian sus fondos a los del tipo E mientras ocurre la crisis?
Nunca van a perder. A lo más dejarán de ganar en algunos rebotes del mercado en el curso de su caída, la cual probablemente se encuentra por ahora a medio camino, con suerte. Lo más probable es que antes que termine la crisis las pérdidas suban mucho más. Hay que considerar, además, que en los fondos A, B y C, una pérdida de 50% anula una ganancia previa de 100%.
¿Cuántas personas están potencialmente afectadas?
Loa afectados son millones, todos los afiliados en definitiva, aunque el 60% de menores ingresos está ahora protegido por la pensión básica solidaria que se ha logrado aprobar con la reciente reforma. El problema es para los sectores medios que viven de un salario y los que fueron dejados a merced de las AFP. Lo que hay que hacer ahora – y debería haberse hecho hace un año tal como se pidió a las autoridades en ese momento – es intervenir los fondos y proceder a su repliegue ordenado y rápido hacia inversiones seguras, ojala en el país.
¿Qué le parece que los medios de comunicación, y los economistas entrevistados en televisión preferentemente, han recomendado todo este año no emigrar a fondos más seguros?
Argumentan que se trata de inversiones de largo plazo y, por lo tanto, no conviene moverse. Adicionalmente, recuerdan acerca de las ganancias obtenidas durante los años anteriores. Sin embargo, no acierto a entender porqué conviene perder ahora cuando existe la alternativa de no hacerlo. Lo ha escrito recientemente un lector de El Mercurio, quien dijo que “felizmente no les hice caso y me cambié al fondo E hace unos meses evitando perder mas de un 20% de mis fondos, sin embargo – agrega el lector – hoy siguen recomendando lo mismo”. Puede ser que lo que estos voceros pretenden es evitar que los afiliados se cambien masivamente, pero en ese caso aparecen dispuestos a sacrificar los ahorros de millones de afiliados en la supuesta defensa de la estabilidad del sistema. Sería bueno que alguien les preguntara a los directores de AFP adonde tienen ellos sus propios fondos desde que se inició la crisis.
¿Qué medidas debiera tomar el Ejecutivo?
Lo que se necesita es una acción efectiva, como la que están llevando a cabo las autoridades de los países más afectados. Hay que intervenir los fondos y proceder a su repliegue ordenado de inmediato y eso solo lo puede hacer la autoridad. Esto no lo resuelven «los mercados,» si estos son el problema actualmente.
¿Qué opina de las últimas modificaciones hechas al sistema de AFP?
Lo que parece francamente impresentable es que en el medio de la crisis el Parlamento haya aprobado un proyecto del gobierno que elimina las pocas restricciones que quedaban aumenta y el grado de exposición de los fondos al exterior donde se han producido más del 80% de las pérdidas de estos meses, a instrumentos como los derivados que han sido denominados «armas de destrucción masiva» por el inversionista Warren Buffet, y a las agencias clasificadoras de riesgo que hasta el último momento clasificaron las «subprime» como inversiones muy seguras. Ello muestra hasta que punto las políticas públicas en Chile han quedado a merced de un pequeño grupo de operadores financieros que han profitado extraordinariamente de todo este sistema a lo largo de muchos años, y de que manera el extremismo ideológico de los tecnócratas los ha conducido a la ceguera total. Felizmente esa era distorsionada terminó con esta crisis aunque en Chile muchos todavía no se dan cuenta.
¿Qué gestiones ha hecho CENDA y con qué autoridades respecto a esta situación y cómo evalúa la respuesta?
CENDA ha enviado cartas a las autoridades el 29 de agosto del 2007 y luego el 12 de noviembre de ese año, alertando de la situación que se venía y pidiendo poner los fondos a resguardo. Eso es lo que hubiese hecho cualquier autoridad o persona responsable e informada. Ni siquiera respondieron las cartas. Al revés, como se ha mencionado, concedieron a los operadores de las AFP todas las desregulaciones que pedían. Felizmente el diputado Aguiló, en agosto del 2008, citó a una reunión especial de la Comisión de Trabajo para escuchar la presentación de CENDA y luego junto a varios colegas presentaron un proyecto de acuerdo.
¿Cuál es la propuesta del CENDA respecto a la gestión de la previsión de la población chilena?
En una perspectiva a largo plazo es necesario restablecer gradualmente un pilar previsional de reparto mediante cotizaciones patronales, que complemente las jubilaciones AFP de modo de garantizar a todos de por vida una pensión definida, al menos equivalente a la que hubiesen recibido de permanecer en el INP. Adicionalmente, es necesario reformar a fondo la administración del sistema, afiliando a todos al sistema público que puede cobrar, pagar y manejar las cuentas a un costo muy inferior a las AFP, y administrar un sistema de gestión de fondos previsionales parecido al sueco, donde existen más de 600 administradoras de inversiones, entre ellas una estatal.
¿Pero ustedes no presentaron esto ante la Comisión Marcel?
Sí, CENDA presentó ante la comisión Marcel la factibilidad de esta solución. Hay que terminar de una vez por todas con este sistema que expropió las cotizaciones previsionales a los trabajadores – que antes se usaban para pagar pensiones y dejaban un superavit de un tercio – y las entregó a los especuladores financieros que ahora las están perdiendo a manos llenas. Las AFP y compañías de seguros que se han apropiado de uno de cada tres pesos cotizados desde 1981 hasta ahora como comisión por administrar este desastre. Y han tenido la patudez de subirlas hace pocas semanas.
¿Qué le parece el proyecto de ley presentado por los senadores Guillermo Vásquez (PRSD) y Carlos Bianchi (IND) para la creación de una AFP pública que no dependa de Banco Estado?
La iniciativa es digna de apoyo. Me parece una buena idea que el Estado ofrezca una alternativa para administrar los ahorros previsionales. En una perspectiva mas larga, sin embargo, parece indispensable reformar a fondo este sistema que entrega las cotizaciones previsionales a especuladores financieros que luego los pierden.
Sin embargo, hoy es necesario resolver un asunto muy urgente, que es investigar las pérdidas reales de los fondos, que son probablemente mucho mayores que las informadas, porque millonarias inversiones en papeles e instituciones de dudosa liquidez (ver Inversiones AFP en el Exterior a Agosto 2008), e intervenir los fondos para proceder a su repliegue ordenado a inversiones seguras en el país. CENDA viene advirtiendo de esta situación y solicitando estas medidas desde hace un año. Felizmente, un grupo de diputados de todas las bancadas, encabezados por el Diputado Sergio Aguiló ha introducido en estos días un proyecto de acuerdo que recoge estos planteamientos.
CRISIS DE 1997
¿Qué lecciones se pueden extraer de la crisis de 1997?
En Chile ha sido denominada la Crisis Massad, debido a la torpeza con que el Banco Central manejó la situación, estimulando la economía en pleno boom económico y luego restringiendo a cero el dinero cuando la recesión se desató. En justicia debería llamarse la crisis Massad-Eyzaguirre, puesto que el segundo llegó reduciendo el gasto fiscal que su antecesor felizmente había expandido para moderar el efecto de la crisis, y prometiendo que ello iba a generar 200 mil nuevos empleos en un año. Lo que generó exactamente fue la misma cifra de desempleados el 2000. Luego con su teoría del superavit estructural, que su profesor Dornbusch calificó de «tonta regla,» mantuvo en los hechos una política fiscal recesiva a lo largo de casi todo el gobierno de Lagos, prolongando con ello la fase recesiva de ese ciclo.
¿Qué se puede hacer entonces?
La manera en que las autoridades de los principales países desarrollados están enfrentando la crisis en curso constituye una verdadera lección para nuestros economistas, que todavía aparecen insistiendo en diagnósticos equivocados como poner el énfasis en la inflación cuando el mundo entero se encuentra entrando en recesión ¡Si hasta el director del FMI ha llamado a aplicar una política monetaria y fiscal expansiva a todos los gobiernos del mundo!
El ministro Velasco ha insistido que la economía chilena está blindada ante esta crisis ¿Qué tan en serio podemos tomar estas palabras?
Es verdad que hay importantes reservas. Sin embargo la economía chilena es muy vulnerable por tres razones principales: La primera es que el ciclo que se inició en 1997 está llegando a término – eso se aprecia por ejemplo en algunas constructoras que crecieron mucho y ahora están en dificultades. A simple vista se aprecia que la economía chilena vive una fase de boom y ello significa que la actividad iba a bajar de todos modos. Segundo: Encima le cae la mayor crisis mundial a una economía que es muy pequeña, abierta y que depende del precio del cobre y las materias primas que constituyen el grueso de sus exportaciones y que se están derrumbando. Adicionalmente la brutal restricción del crédito en el mundo ya se está reflejando internamente, cosa que hasta ahora no había ocurrido porque capitales especulativos reciclaron hacia economías como la nuestra parte del mar de liquidez con que los bancos centrales han venido inundando el sistema financiero desde hace un año. Pero eso terminó porque ahora los inversionistas no confían en ningún país. A todo lo anterior hay que agregar la política monetaria y fiscal interna, cuyas autoridades parecen querer rivalizar con Massad-Eyzaguirre.
¿Qué pasa en este tipo de crisis con los precios de los commodities, como los producidos en Chile?
Se están viniendo abajo al pincharse lo que Soros denominó la «superburbuja» especulativa que los afectó en los meses recientes. Es un buen ejemplo de los terribles efectos que puede producir el flujo no regulado de inmensas masas de recursos en manos de especuladores que las transfieren en manada de uno a otro sector alrededor del mundo. Lo que parece insólito es que muchos economistas y reguladores todavía atribuyan a «fundamentos del mercado» un alza generalizada de los commodities que elevó sus precios ¡al doble y triple en algunos casos! y luego una caída que los retrae más o menos a la situación anterior ¡todo en el curso de unos pocos meses! Los fondos de pensiones de los chilenos han sido entregados a las manos de estos mismos especuladores – que cuentan ahora con vía libre para hacer lo que se les de la gana con las nuevas reformas implementadas por el gobierno y parlamento.
SUPERHÁBIT FISCAL
¿Cuál es el escenario para las reservas fiscales guardadas en dólares fuera del país?
Todas las inversiones en el exterior en este momento están en peligro, excepto aquellas en instrumentos muy seguros, como pagarés del Tesoro Estadounidense u otros países, o en oro. Por este motivo parece altamente cuestionable hoy que esas reservas no se utilicen en mayor proporción por ejemplo en pagar la deuda de CODELCO, ENAP, ENAMI, y el Metro, las que han sido incurridas porque gobiernos sucesivos han cargado a dichas empresas el costo de subsidios necesarios que han venido entregando a los sectores respectivos en diversos momentos.
¿No será mejor respaldar este dinero en euros?
Desde luego, las que están en dólares dependen de la fortaleza del dicha moneda lo que no parece una apuesta muy segura en el mediano y largo plazo. Autoridades europeas han declarado recientemente que el Euro, el Yen y el Yuan entrarán a competir con el dólar como monedas mundiales.
FIN DEL NEOLIBERALISMO
El Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz comparó la actual crisis del sistema financiero, para el capitalismo, con la caída del Muro de Berlín, respecto al socialismo del siglo pasado. ¿Es así de profunda esta crisis?
Es muy buena la analogía de Stiglitz. Como ha dicho Eric Hobsbawm, el capitalismo va a sobrevivir esta crisis pero no así la locura que los mercados los resuelven todo. Asimismo, también sobrevivió a la caída de los muros la idea bastante razonable que, al igual que los regímenes que precedieron este sistema, no va a durar para siempre y será reemplazado en algún feliz momento por otro – llámese socialismo o como sea. Lo que se derrumbó en ese momento fue la esperanzadora posibilidad que los más avanzados regímenes de los países subdesarrollados del siglo XX – que en general conformaron todos ellos diferentes variantes de lo que se denominó el desarrollismo estatal – hubiesen sido ya el régimen aquel que algún día sucederá al capitalismo en la historia.
¿La intervención del Gobierno de EEUU en el mercado financiero será capaz de evitar el efecto dominó e impedirá que la crisis se traslade a la economía real?
La percepción que viene transmitiendo desde hace un año el Financial Times de Londres – cuyos editores conviven a diario con los principales jefes de la economía mundial – es que esta crisis es gigantesca, mundial, afectará a la economía real, y se encuentra recién a mitad de camino de caída – con mucha suerte. En este instante atraviesa uno de sus clímax más complicados, donde se aprecia que las autoridades están perdiendo el control de la misma. Eso es lo más significativo de lo ocurrido con el «Plan Paulson» y el «Plan Sarkozy» esta semana.
En la opinión del diario inglés, es muy probable que el grueso de la banca de los Estados Unidos y Europa esté nacionalizada al cabo de poco tiempo. En el año transcurrido, no hay día en que no haya aparecido un nuevo giro que agrava la situación. A partir del 15 de septiembre no hay día en que no caiga uno o varios bancos comerciales, o bancos de inversiones, fondos de cobertura (hedge funds), fondos mutuos, vehículos de inversiones estructurada (SIV), compañía de seguros, fondos de mercados de liquidez, y toda la gama de aparatos que conformaron lo que se llamó la «banca sombra» y que llegó a manejar 10 billones de dólares sólo en los EEUU, equivalente a la banca comercial. Por otra parte la evidencia de la recesión en las principales economías del mundo es ahora definitiva, lo que agravará todo lo anterior. Hay que afirmarse los pantalones porque la cosa se ve color de hormiga.
¿Se podría anunciar el fin del neoliberalismo?
El efecto histórico más relevante es que «el capitalismo salvaje ha muerto» como ha declarado Henry Paulson secretario del Tesoro de los EEUU y ex jefe de Goldman Sachs. «Laissez faire s’est fini» ha dicho Sarkozy. La era neoliberal se está hundiendo en una hecatombe solo comparable a la que enterró al liberalismo manchesteriano en 1929. La intervención del Estado para rescatar y regular los mercados es ya un hecho, y a un nivel sin precedentes por sus dimensiones.
¿Qué implicancias políticas trae esta situación?
El problema es que hay al menos dos vertientes en esa intervención y una de ellas es muy peligrosa puesto que se trata del populismo de derecha agresivo, de corte facista, que se extiende como un tumor hasta en las sociedades más cultas sobre el caldo de cultivo de la inseguridad y temor de la población. Allí donde logra entronizarse conduce rápidamente a la destrucción, el crimen, la catástrofe y el holocausto. Es la reacción suicida de la sociedad frente a estas dificultades. Frente a ello existe otra alternativa, sin embargo, que es la salida racional, compasiva, democrática, que enfrenta la crisis con decisión ofreciendo un nuevo trato a las poblaciones, poniendo en cintura a los capitales desbocados que la ocasionaron y regresando a los ideólogos extremistas anarquistas de mercado al oscuro cajón teórico del cual nunca debieron haber vuelto a salir. Esta es la alternativa de sanación y progreso. Lo que hace la diferencia entre uno y otro camino es la política democrática. Es el momento de deponer muchas diferencias que los separan hoy y unir a todos aquellos que están por esta última alternativa para instalar un nuevo bloque en el poder que tenga la convicción y capacidad para realizar este giro.
Mauricio Becerra R.
VEA EL DETALLE DE LAS PÉRDIDAS ACTUALIZADO EN CENDA CHILE