El presidente Barack Obama y el presidente electo, Donald Trump, iniciaron este jueves el primer acto de una transición del poder inesperada en la Casa Blanca.
La llegada de Trump a la Casa Blanca se produjo en medio de la expectación y el sigilo, con pocas imágenes de su arribo.
Mientras el presidente Obama se reunía en la oficina oval con quien será su sucesor, la primera dama, Michelle Obama, mantenía un encuentro con Meliana Trump, esposa del magnate.
Observadores y analistas especulaban sobre el tiempo que dedicará el presidente Obama a Donald Trump.
En diciembre de 2008, el entonces presidente, George Bush, dedicó más de dos horas al recién electo presidente, Barack Obama, durante un encuentro que demostró la capacidad de ambos políticos para dejar de lado sus muchas diferencias.
La entrevista entre Obama y Trump marca el inicio de un proceso de transición de 10 semanas que concluirá el próximo 20 de enero, cuando el hasta hace poco candidato republicano juramente como el 45 presidente de Estados Unidos en las escalinatas del Capitolio.
Obama reiteró que quiere trabajar con el nuevo inquilino de la Casa Blanca para garantizar una transición ordenada. «Hablamos de todos los temas, también los difíciles», dijo Trump, quien aseguró que le gustaría contar con los consejos de Obama después de asumir el poder.
Tras su encuentro, Trump se trasladó al Capitolio para mantener sucesivos encuentros con los líderes de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes y del Senado, Paul Ryan y Mitch McConnell.