El año 2011 se ha convertido en un punto de inflexión para la industria armamentística, principalmente, radicada en EEUU. Después de tres años de fuertes caídas en bolsa, las principales empresas del sector están viendo en las revueltas del mundo árabe el remedio a todos sus males.
De hecho, desde que comenzaron los primeros brotes revolucionarios en Túnez, las acciones de compañías como Lockheed Martin, BAE Systems, Raytheon o Northrop Grumman, los mayores fabricantes de productos militares del mundo, han subido como la espuma.
Pero el premio gordo llegó la semana pasada con la resolución de la ONU que daba luz verde al uso de la fuerza en Libia para parar los pies del dictador Muamar el Gadaffi. De hecho, no fue hasta el viernes que el Consejo de Seguridad se puso de acuerdo, los inversores comenzaron a oler la pólvora dos días antes.
De esta manera, el mayor fabricante armamentístico del mundo por ventas según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri), Lockheed Martin, acumula una subida del 4% en tres días y un 18% desde que comenzó el año. Entre los productos estrella de la estadounidense se encuentra el primer cazabombardero del mundo indetectable, el F-35 Joint Strike Fighter, así como la bomba de racimo M30 con un alcance de 70 km.
Por su parte, desde el pasado 16 de marzo, la británica BAE Systems, una de las mayores productoras de misiles nucleares del mundo y la responsable de los carros de combate Challenger 2 y el blindado Warrior Tracked, así como de los destructores antiaéreos Type-45, se ha disparado más de un 9%.
También Northrop Grumman se apunta avances cercanos al 5% desde que estalló la guerra en Libia. Y es que los inversores ven en las operaciones llevadas a cabo en el norte de África un filón para su división naval, aeroespacial y de radares.
En el caso de las acciones de Raytheon, el sexto fabricante de armamento del mundo y especializado en sistemas inteligentes utilizados en escudos antimisiles, así como productor de los misiles Amraam para lanzarse desde tierra o la última generación de torpedos, el avance es del 9,7% en lo que va de año.
En cuanto al resto de los grandes, las acciones de la italiana Finmeocania se han revalorizado más de un 3,5% en tres días, mientras que los títulos del consorcio europeo EADS, fabricante del famoso Eurofighter, han sumado más de un 4% en ese mismo periodo.
El caso es que, aunque no existe una teoría escrita al respecto, la historia ha venido demostrando que las crisis profundas van seguidas de conflictos bélicos: la I Guerra Mundial, la II Guerra Mundial, la Guerra del Golfo…
El último ejemplo al respecto, el pinchazo de la burbuja tecnológica en el 2000, que derivó en una recesión económica de Estados Unidos en 2001. El 7 de octubre de ese año comenzó la guerra de Afganistán en respuesta a los atentados del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas y el 20 de marzo de 2003, la II Guerra del Golfo, más conocida como la Guerra de Irak.
Por María Igartua