Un ataque talibán contra el consulado alemán de la ciudad de Mazar-i-Sharif, al norte de Afganistán, ocasionó este jueves por la noche, al menos cinco muertos y 115 heridos.
Según TeleSUR, el asalto se inició con la explosión de un coche bomba conducido por un terrorista suicida en el muro exterior de las instalaciones, tras lo que varios insurgentes intentaron entrar en las instalaciones.
Noor Muhammad Faiz, jefe del hospital público de la provincia de Balkh, de la que Mazar-e-Sharif es capital, indicó que casi todos los heridos son civiles y que llegaron tras la explosión contra el consulado, muchos de ellos heridos por vidrios rotos en la detonación.
La agencia afgana de noticias Pajhwok señala, citando fuentes hospitalarias, que entre los heridos figura el embajador afgano en Tayikistán, si bien este extremo no ha sido confirmado de forma oficial.
El portavoz talibán Zabihullah Mujahid señaló en un comunicado que el ataque se produjo en venganza por el reciente bombardeo contra de países invasores en Kunduz que dejó víctimas civiles. Mujahid se refirió a los hechos de la semana pasada, cuando al menos 32 civiles murieron en una operación de las fuerzas afganas con el apoyo aéreo de Estados Unidos contra un grupo de talibanes que se reunió al norte de la ciudad.
El Ministerio de Exteriores de Alemania aseguró que todos sus trabajadores «están a salvo y no han resultado heridos». En un comunicado publicado en su página en la red social Facebook, el Ministerio informa de que el edificio ha sufrido daños materiales «considerables». Los responsables alemanes han dado las gracias a las fuerzas de seguridad afganas y las tropas georgianas por «responder de forma profesional y sin dudarlo para ir al rescate y repeler el ataque». El Ministerio reconoció que el atentado se perpetró mientras el gobierno alemán decide su implicación futura en el país, ya que el mandato de su ejército finaliza a finales de este año.
La Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) ya ha informado de la apertura de una investigación sobre lo ocurrido, al igual que ha hecho la OTAN.
Alemania tiene desplegados unos mil soldados en Afganistán —la mayoría de ellos en la provincia de Balj, en la que se encuentra Mazar-i-Sharif— como parte de la Operación Apoyo Decidido, a la que Berlín se unió en 2015, y de la misión de entrenamiento, asistencia y asesoría a las fuerzas de seguridad locales.
Afganistán vive una situación de creciente violencia ante el progreso de los talibanes, que en las últimas semanas intensificaron los combates en los alrededores de al menos cinco de las 34 capitales de provincia, entre ellas Kunduz.