La Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) de El Salvador comenzará este martes las exhumaciones de al menos 50 víctimas de la matanza de El Mozote en 1981, ejecutada durante la guerra civil salvadoreña (1980-1992).
El delegado de la PDDH en el departamento de Morazán Andrés Orellana será el encargado de verificar que se ejecute la sentencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos humanos que sancionó al Estado salvadoreño en 2012 y lo instó a proceder con las exhumaciones de las víctimas: «Nuestro papel es verificar que se cumpla lo establecido por la CorteIDH en cuanto al respeto a los derechos de los familiares de las víctimas», manifestó Orellana.
Las exhumaciones serán coordinadas por tres miembros del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) se llevarán adelante en los pueblos de El Mozote, Cerro Pando y La Joya, contarán con la colaboración de médicos forenses del Instituto de Medicina Legal (IML), Fiscalía e investigadores de la Policía, quienes serán los encargados de recolectar al menos 26 osamentas de personas entre 1 y 67 años.
Los trabajos de investigación se ejecutarán hasta el próximo 9 de diciembre y abarcarán 11 escenas distintas en el perímetro donde se ejecutó la masacre.
La búsqueda se reinicia un año después de que fuera suspendida por procedimientos de las instituciones estatales que en abril de 2015 fueron clasificadas por un juez como «revictimizantes».
La guerra que duró 12 años, en la que se enfrentaron el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ahora en el poder como partido político, y el Ejército del país, bajo el auspicio de los Estados Unidos, le costó la vida a aproximadamente 75 mil personas y hubo 8 mil desaparecidos.
El 1992 el EAAF exhumó cuatrocientos cuerpos, la mayoría niños, víctimas del Ejército.