El domingo 13 de noviembre por la noche, los ministros de relaciones exteriores de todas las naciones de la Unión Europea, a excepción de Gran Bretaña y Francia, realizaron una cena de «emergencia» en Bruselas para definir de qué manera lidiarán con el próximo mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, al cual «muchos temen y detestan», según Eric Zuesse del sitio web Strategic Culture Foundation.
El reportero Efi Koutsokosta de Euronews indicó, respecto a la opinión expresada en privado por los políticos, que el evento «nació del horror que significó el triunfo de Trump».
En la discusión que sostuvieron con la prensa después del cónclave, el grupo expresó su preocupación de que EEUU abandone la alianza militar anti-rusa de la OTAN, creada en los inicios de la Guerra Fría para combatir a la Unión Soviética, y que continuó tras la caída de ésta en 1991, motivada por «la hostilidad y el deseo de conquista de una parte de la aristocracia americana», indica Zuesse.
En 2014, durante su segundo mandato, Obama ordenó a su Departamento de Estado intervenir en el cambio de régimen de Ucrania, pagando a mercenarios fascistas para disparar a efectivos policiales y manifestantes, de manera tal de provocar una crisis que llevara al derrocamiento del presidente pro-ruso Victor Yanukovich.
Este hecho abrió un nuevo flanco de conflicto con Rusia, que se extiende a Medio Oriente, con el apoyo brindado por EEUU a yihadistas que intentan propiciar un desequilibrio de poder en Siria, país que ha sido aliado de Putin, para sacar al gobernante Bashar Al Assad.
Mientras los parlamentarios de la UE se cuadraban con la candidata demócrata Hillary Clinton para instalar una zona de restricción aérea, el Kremlin respondió enviando sus propios aviones.
«La alianza de la OTAN es extremadamente importante para cada nación-miembro, como una organización de marketing respaldada por EEUU en favor de cada una de las corporaciones armamentistas de esas naciones, y la OTAN les ayuda a coordinarse, por ejemplo, para instalar redes de misiles de EEUU dirigidos a Rusia, como el sistema anti-balístico Aegis Ashore de Lockheed Martin», afirma Eric Zuesse.
Aunque la victoria de Donald Trump generó incertidumbre en la UE, según Obama, el candidato electo le señaló durante la reunión de ambos en la Casa Blanca que EEUU «seguirá comprometido con la OTAN».
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