El presidente electo Donald Trump ha decidido incorporar como asesor en materias de seguridad nacional, llenando el cupo tomado por Henry Kissinger bajo la administración de Richard Nixon, al general en retiro del Ejército de Estados Unidos, Michael Flynn.
En abril de 2012, el gobierno de Barack Obama colocó al timón de la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA) norteamericana a Flynn, período en el cual «EEUU intervino de forma semi-cubierta en el conflicto sirio, habiendo diezmado previamente, con apoyo militar, al régimen de Muammar Gaddafi», recuerda Ulson Gunnar de New Eastern Outlook.
Meses más tarde, la DIA emitió un memorándum que anticipaba la formación de un «principado salafista» en el este de Siria, afirmando que grupos de tendencia radical eran «las principales fuerzas que impulsan a la insurgencia» y que «Occidente, los países del Golfo y Turquía apoyan a la oposición».
El documento, desclasificado en 2015 a través de la Freedom of Information Act (FOIA), vino a mermar la credibilidad de la Casa Blanca respecto a versiones oficiales que atribuían la «sorpresa» de la administración Obama frente a la amenaza del ISIL, ISIS o Estado Islámico, a una supuesta falta de información de inteligencia.
Tras la revelación se volvió nítido que los analistas de Flynn habían dado cuenta prematuramente al Pentágono sobre la ayuda que EEUU prestaba a grupos que más tarde formaron parte del movimiento terrorista, precisando que el advenimiento del mismo era «exactamente lo que las potencias de apoyo a la oposición quieren (hacer) para aislar al régimen sirio (de Bashar Al Assad)».
Ya fuera de la DIA, un periodista de Al Jazeera consultó al general (r) Flynn sobre el contenido del informe de inteligencia. «Cuando usted vio esto, ¿no levantó el teléfono y dijo ‘qué diablos estamos haciendo apoyando a estos rebeldes sirios’?… ¿Qué hizo? ¿Dijo que no debíamos apoyar a estos grupos?», inquirió el animador Mehdi Hasan en el programa ‘Head to Head’ de la estación.
«Creo que la información era muy clara. Ahora, es cosa de que la política sea tan clara y definida como necesita serlo. No creo que lo fuera (en ese entonces)», respondió el ex militar.
Respecto a buscar un cambio en la política exterior de Obama para no seguir abastecimiento de armas a los grupos en cuestión, el general Flynn contestó: «Odio decir que no ese no era trabajo. Mi trabajo era asegurar que la información que aportáramos fuera lo más acertada posible».