La probabilidad de que la humanidad se extinga es de 1 en 500, dice un experto matemático

Su conclusión es más optimista que estudios previos. En su libro de 2003, «Nuestra hora final» (Our Final Hour), el astrónomo británico, Sir Martin Rees, había sugerido que la probabilidad de la extinción humana era de 50% hacia el año 2100.

«Independientemente de las ya mencionadas inferencias estadísticas, sería en extremo ingenuo creer que el riesgo anual de catástrofe global es pequeño», dice Simpson.

«En un momento en que al menos ocho estados soberanos están en posesión de armas nucleares (incluyendo uno cuyo líder ha ejecutado a miembros de su propia familia), enfrentar la situación como quien mete la cabeza en la arena, parece ser peligroso e irresponsable», agrega el matemático. «Las investigaciones hacia la mitigación de varios riesgos globales (…) debe ser perseguida con urgencia. Puede que no seamos capaces de evadir lo inevitable, peroestá en nuestro poder demorarlo».

La hipótesis del Dr. Simpson sigue varios estudios que advierten sobre los efectos apocalípticos del cambio climático.

Un nuevo estudio publicado en Science Advances advirtió que si los humanos seguimos usando grandes cantidades de combustibles fósiles, el planeta podría estar en camino de un calentamiento global de siete grados Celsius en el plazo de una vida, lo que tendría consecuencias realmente catastróficas para la población humana mundial.

De acuerdo a los investigadores, autores del estudio, el clima podría ser mucho más sensible para los gases de efecto invernadero de lo que antes se pensaba, lo que si resulta ser tan cierto como se estima, sería el «fin del juego» para los intentos de prevenir el peligroso calentamiento global.

«Lo encuentro un poco deprimente», dijo el Dr. Simpson al diario británico The Sun. «Sin embargo, tengo experiencia en cosmología y sé que ya estamos condenados en un plazo de cinco mil millones de años, porque no tenemos esperanza de ver la muerte de nuestro Sol o de otras estrellas. Tengo la certeza de que la existencia es finita».

Por The Independent

El Ciudadano