¿Experimentas algún tipo de dolor cuando tienes intimidad con tu pareja? Si ese es tu caso, entonces es necesario que tomes en cuenta estas indicaciones para que tu zona íntima esté totalmente lejos del ‘peligro’.
No te sientas triste si sentiste algún tipo de dolor postcoital o alguna rozadura con la típica marca de «no lo vuelvo a hacer», pues es normal que experimentes cierta molestia en el sexo, no todo el tiempo es perfecto, ni tiene por qué serlo. Pero quizá esto te pasó porque te olvidaste de ciertos detalles. En esta nota te lo explicamos todo.
1. Evita las mentiras a tu «zona íntima»: Debes preguntarte si tienes sexo las veces que realmente quieres y si tu chico, al penetrarte, hizo algún tipo de acción que te llegó a incomodar. Si eso sucede, entonces debes calmarte para que no termines con los ‘ojos en blanco’ por el extremo dolor. La más terrible mentira sexual, que ha destrozado a millones de colchones por generaciones, enuncia lo siguiente: «Una mujer al ser penetrada ya está en camino de sentir un orgasmo», ¡esto no es cierto!
2. Deja que tu vagina hable por ti: Tu sexualidad no es consecuencia de la de tu galán. No estás ahí para ser la depositaria de su pene, o para que el se masturbe con tu vagina. Si necesitas otras estrategias y penetraciones cortas, pero profundas, rítmicas, suaves, lentas o de menos a más, dícelo a tu pareja.
3. Evita baños vaginales: Hay mujeres que aún creen que después del coito se debe hacer un lavado interno cuando en realidad esto se tiene que evitar. Es necesario que consideres la importancia de que tu salud puede correr mucho peligro por esta actividad.
4. Relájate con un poco de té: Está comprobado que beber algo de té o infusión podrá reducir los niveles de dolor que tuviste con tu pareja. Esto ayudará a que tu cuerpo se sienta más tranquila.