Las autoridades estiman que, entre los meses de octubre y noviembre, se han producido un centenar de incendios forestales sólo en la Región Metropolitana, lo que abarca una superficie de 14 mil hectáreas durante 2016. Esto representa un 49% más que la misma fecha durante el año pasado, datos que encienden las alertas sobre el panorama estival, donde las altas temperaturas aumentan considerablemente las emergencias.
¿Está la CONAF preparada para este escenario? En entrevista con Felipe Peña, presidente del Sindicato de Brigadistas Forestales, analizamos la gestión realizada por las autoridades del organismo y las deudas pendientes en materia de prevención y combate de incendios forestales que amenazan el patrimonio natural y humano de Chile.
Se habla de 14 mil hectáreas quemadas este año sólo en la Región Metropolitana. ¿Hacia dónde crees que apuntan las principales responsabilidades tras estas enormes pérdidas?
Como asociación de trabajadores pensamos que las responsabilidades apuntan directamente no sólo a quienes están detrás de estos incendios forestales -que pueden ser desde niños pequeños hasta personas pagadas por inmobiliarias- sino que la responsabilidad máxima en cuanto a la negligencia en el combate de incendios es de la autoridad.
Específicamente, de la CONAF, el Ministerio de Agricultura y del Interior. No es posible que las autoridades del país digan que la gente tiene que aprender a prevenir los incendios, la gente puede aprender y ayudar, pero eso no quita la responsabilidad que tiene la autoridad de tener a las brigadas disponibles. No es posible que Santiago haya tenido dos brigadas cuando empezó esta secuela de altas temperaturas y condiciones de viento desfavorables, tenían sólo dos brigadas y para seguir combatiendo había que vaciar el resto de las regiones, dejando desprotegidas otras zonas del país.
La responsabilidad claramente es de Aaron Cavieres, que es el director ejecutivo de Conaf, el ministro de Agricultura que lo supervisa y claramente el Ministerio del Interior, porque les hemos advertido que hay problemas y ellos no han tomado ninguna acción.
¿Cuáles son las principales carencias de Conaf para combatir los incendios de forma efectiva?
Una de las principales carencias es la falta de profesionalización del personal que combate, las brigadas están compuestas por jóvenes que en su mayoría se captan a través de los municipios de las comunas, son jóvenes sin muchas aspiraciones de hacer carrera al interior de Conaf y tampoco es posible porque se carece de una categoría profesional. Son trabajadores transitorios, lo que nosotros llamamos temporeros del fuego, no son personas que efectúan trabajos de forma permanente.
Otra es que los incendios forestales para la autoridad existen sólo durante el verano y los combaten durante cuatro meses al año, pero la realidad es que los incendios se deben prevenir -de forma real, no entregar panfletos- construyendo cortafuegos, disminuyendo carga de combustible, levantando microbasurales y preparando a la gente que está en los sectores urbano-forestales. Es una tarea permanente y nunca se ha hecho en este país.
Además, la falta de personal. No es posible que a estas alturas del año, con todas estas hectáreas perdidas, no tengamos el porcentaje de dotación de personal que se necesita. En temporada peak deben ser 1500 trabajadores transitorios que se dedican no es suficiente. En años anteriores ha quedado demostrado que necesitamos más o menos el doble del personal que tenemos para combatir los incendios. Y esa es una necesidad que le hemos planteado a la autoridad, al poder legislativo, al ministro de Agricultura, pero pareciera que no les interesa.
¿Qué ocurre con la prevención? Hay mecanismos para lograr prevenir este tipo de acontecimientos, ¿se están utilizando correctamente?
Ellos tiene unos software que compraron -lo puedes revisar en las licitaciones públicas-que si bien posee información, pareciera que no llega a las regiones. Son sistemas operativos que pueden monitorear las emergencias en tiempo real, pero el brigadista en terreno y el personal carece de la información porque esa central está en Santiago y no entrega información.
Al inicio del tema no tenían el personal técnico necesario para poder ejecutar este software. Entonces hay mucha precariedad. Tenemos dos aviones que compraron para utilizar en emergencias, uno de ellos se estrelló en su primera prueba y al día siguiente sacaron la licitación pública para segurar los aviones. Esos aviones son de todos nosotros y no los protegieron, es una responsabilidad increíble, volaron durante todos estos meses sin seguro. Es la máxima muestra de lo irresponsables que pueden ser las autoridades de nuestro país.
Ya vamos a empezar la temporada más crítica de incendios forestales, que es justamente en verano. ¿Cómo ves el escenario en los próximos meses, está preparado CONAF para enfrentarlos?
Nosotros vemos que esta próxima temporada podría ser catastrófica para la gente que se encuentra en sector urbano forestal y sectores rurales, creemos que podría ser una de las peores temporadas en los últimos diez años y nos hemos dado cuenta con el avance del fuego en las últimas semanas. La autoridad no está preparada, en la medida que quien esté al mando sean políticos y no técnicos. Las personas que están ahí es gente sin los conocimientos necesarios para poder ejecutar un programa de combate de incendios forestales como debe ser.
La autoridad se ha pasado por todos los programas de televisión echándole la culpa a la gente, que la gente causa los incendios pero, ¿dónde está la responsabilidad de estos caballeros? de tener las brigadas equipadas y a tiempo para poder combatir los incendios forestales.
A la CONAF se le entregaron 1.600 millones de pesos para ejecutar el problema de erradicación de basurales. Eso fue en el 2015 y en el 2016 se le entregaron 600 millones de pesos más porque no les alcanzó la plata. Pero los basurales quedaron donde mismos, no construyeron ni un centímetro de cortafuegos. Eso se va a ver reflejado en todas las hectáreas que vamos a perder, pero también el patrimonio y vida humanas a causa de la negligencia de la autoridad.
Y por otro lado está todo el patrimonio natural, la biodiversidad que se pierde y que muchas veces no logramos dimensionar lo que perdemos como país en esos incendios.
Acá en la V Región, con la acción de las inmobiliarias, y otros factores que influyen como, llama la atención que no hay de parte del Ministerio de Medioambiente y Agricultura una intervención en estos sectores. Hemos perdido corredores biológicos completos, el fundo Lo Moscoso, en el sector de Villa Alemana, que fue una de las grandes emergencias que tuvimos, era un corredor biológico tanto para aves que migran hacia la Argentina y la costa, como para la flora y fauna nativa ícono de nuestra región.
El daño ecológico es profundo y los incendios forestales son la segunda razón de contaminación a nivel mundial. No se ha tomado conciencia, vemos autoridades que se pasean por los pasillos de la ONU, pero la realidad es que incendios que parten con una hectárea terminan con 300, autoridades políticas y así sucesivamente. Si le agregas la precariedad con la que se enfrenta el brigidadista a diario llama mucho la atención: las instalaciones aquí en la V Región son de los 60, los uniformes no están certificados, no resisten el fuego, hemos denunciado licitaciones que se compraron con tickets de alimentación para triangular dineros fiscales y dirigir la compra pública, para beneficiar a determinados proveedores. La temporada que viene va a ser una de las peores y vamos a seguir viendo la cara del Intendente Orrego culpando a la gente. Lo concreto es que ellos como autoridad deben estar preparados y deben utilizar el presupuesto que todos los chilenos ponemos en sus manos para proteger la vida y el patrimonio natural de la gente.