En un artículo publicado en la revista científica Lancet Psychiatry, dos profesionales cuestionan uno de los mitos infantiles más tradicionales: la creencia de que existe el «Viejito Pascuero» (Papá Noel, Santa Claus). Los autores plantean un problema ético y llaman la atención sobre cómo vivir años engañados por los padres puede dañar la «brújula moral» de los niños, informa The Guardian.
Los expertos sugieren que lo más complicado es mentir a los niños, porque aunque sea sobre algo divertido y mágico, la mentira podría socavar su confianza en los padres y dejarlos expuestos a una «nefasta decepción» cuando finalmente se enteran de que esa magia no es real.
Kathy McKay, psicóloga clínica de la Universidad de New England, en Australia y coautora del estudio, dice: «El mito de Santa es una mentira tan comprometedora, tan de largo plazo, entre los padres y los niños, que si una relación es vulnerable, este podría ser la gota que rebasa el vaso. Si los padres pueden mentir con tal convicción sobre algo por tanto tiempo, ¿sobre qué otras cosas podrían mentir?«
Tratar de ponerse al día con los hijos tan cerca de la fecha de navidad, puede arruinar las fiestas, pero los padres a veces deben pensar en el panorama completo y considerar que en esta gran mentira podría haber un daño potencial a los hijos y a la relación con ellos, explica McKay.
Chris Boyle, psicólogo de la Universidad de Exeter y principal autor del artículo, tiene una posición menos radical. «No pienso ir por las calles de Exeter tirando panfletos por debajo de las puertas», dice, y admite que probablemente jugaría un poco con la historia de Santa Claus si tuviera hijos.
Sin embargo, Boyle es crítico de quienes invocan el poder del «Viejo Pascuero» como un castigo ante el mal comportamiento. «Algunos padres usan esto como una herramienta de control cuando están bajo presión en el tiempo cercano a navidad», dice Boyle. «No es el mejor método educativo. Estás usando a una figura mítica que decidirá si tienes regalos o no».
Los autores ofrecen varios fundamentos psicológicos para explicar por qué persiste esta «mentira colectiva a escala global». Primero, los humanos tenemos una fuerte tendencia a conformarnos, incluso cuando un comportamiento es ilógico. Segundo, toda la evidencia sugiere que incluso los adultos tiene una fuerte urgencia de escapar de la realidad a través de ‘hacer creer’. «Intentamos forzar una vuelta a nuestros días gloriosos de la infancia», dice Boyle.
Boyle y McKay no son los primeros en cuestionar por qué la sociedad mantiene el mito de Santa. Richard Dawkins (etólogo, zoólogo, biólogo evolutivo y divulgador científico) ha cuestionado previamente si a los niños se los debería animar a que crean historias de hadas sin base científica. «Creo que es más dañino inculcar a los hijos una visión del mundo que incluye el supernaturalismo«, dijo en una ocasión. Sin embargo, más tarde señaló que Santa en realidad podría preparar a los niños para rechazar el supernaturalismo, llegado el momento».
El Ciudadano