PSU: la prueba que discrimina

Foto: Universidad de Magallanes

El domingo pasado las redes sociales se llenaron de comentarios. La razón era sencilla: hoy y mañana más de 290 mil estudiantes de cuarto medio de todos los colegios de Chile van a rendir la Prueba de Selección Universitaria (PSU). Algunos usuarios deseaban suerte y concentración en el examen, pero otros enviaban mensajes diciendo que nadie se debía preocupar tanto si es que obtenía malos resultados.

Uno de los comentarios más divertidos fue el del cineasta Francesc Morales. “Qué paja la PSU. Yo me saqué la chucha estudiando. Entré a una de las mejores universidades. Y ahora escribo chistes de pene”, escribió.

Foto: @francescmorales

Otro comentario que tuvo éxito fue el que escribió el director de la escuela de Publicidad de la Universidad Diego Portales, Cristián Leporati, hablando sobre las cosas que no medía la PSU.

Foto: @cleporati

Más allá de los chistes o los comentarios en Twitter, desde hace bastante tiempo se viene informando acerca de los problemas que tiene esta prueba. En 2013, Ciper publicó en una investigación que cerca del 30% de los que rendían la PSU en ese tiempo provenían de la educación Técnico Profesional (TP). El problema era que este examen hacía preguntas sobre materia que los estudiantes de TP habían pasado solo hasta segundo medio, en un plan de estudios que, por sus características, privilegiaba otro tipo de enseñanzas.

También se hablaba acerca de la capacidad limitada que tenía la PSU a la hora de seleccionar a jóvenes que podrían tener un buen desempeño en la universidad, poniendo el énfasis únicamente en los resultados.

En otro artículo de ese medio, se cuenta que 12 mil estudiantes con excelencia académica, pertenecientes a colegios municipales, no lograban sacar más de 400 puntos. La explicación era la misma: contenidos que no pasaban.

El otro punto que se tocaba era el acceso poco transversal que existía a nivel de educación. En ese sentido, se encontraba una diferencia abrumadora entre los conocimientos a los que podían acceder los alumnos según su posición socioeconómica.

«Vemos que los colegios más caros tienen mejores resultados PSU, hay un entrenamiento y no un proceso educativo», dijo Sebastián Depolo, de Revolución Democrática, la semana pasada.

Pese a que se han agregado preguntas de carácter experimental, esta prueba sigue siendo una herramienta poco eficaz.