Hablando de Copa Davis: el año en que Chile estuvo cerca de ganarla

Era 1976 y Pinochet llevaba tres años en el poder. Tocaba jugar la semifinal contra la Unión Soviética. El año anterior se había perdido en esa misma instancia con Suecia allá, pero esta vez el sorteo arrojó que la fecha se debía realizar en Chile. A la cabeza del gobierno soviético se encontraba Alekséi Kosygin, el sucesor de Nikita Jrushchov, un hombre que había liberalizado las políticas unos años después de Stalin.

Cuento corto, los jugadores del país asiático no quisieron venir a disputar la semifinal, y el equipo de Chile, encabezado por Jaime Fillol, pasó por Walk-over a la última instancia de la Copa Davis.

El rival, Italia, venía de vencer a Australia por tres puntos contra dos. Al otro lado de la cancha se encontraría Adriano Panatta, jugador que ocupaba el número 7 del ranking ATP en ese momento. A mediados de diciembre sería el encuentro.

Los otros dos tenistas que integraban el equipo chileno eran Patricio Cornejo y Belus Prajoux. Venían fogueados por triunfos como el que le habían propinado a la Argentina de Guillermo Vilas por las semifinales de América. Además, Cornejo con Fillol conformaban una dupla temible a la hora de pararse en el dobles.

La expectativa era muy alta durante esos días. “Yo recuerdo que a veces salíamos a comer y en muchos lugares alguien que estaba allí nos pagaba la cuenta, o llegabas a un restaurante o a un lugar y la gente se levantaba y nos aplaudía”, contó Cornejo a Radio Cooperativa muchos años después.

Así relataba el suceso el diario español El País: “La final se disputará en Santiago de Chile en el último fin de semana de diciembre si el equipo chileno atiende la solicitud que los italianos han hecho en el sentido de que se aplace su celebración una semana. Adriano Panatta reafirmó ayer en Roma que no habrá problemas de ningún tipo para enfrentarse a Chile en la final. «Iremos a jugar a Chile porque el deporte nada tiene que ver con la política»”.

La solicitud de aplazarlo no prosperó, y llegó el ansiado viernes 17 de diciembre. El Court del Estadio Nacional estaba expectante ante el espectáculo que se venía. El sorteo había dictado que el primer partido sería entre Jaime Fillol y Corrado Barazzutti. Este último venía como la segunda carta fuerte del equipo italiano, posicionado en el número 20 del ranking ATP. Los analistas dijeron que aquella resultaba una alternativa favorable. Pero Fillol perdió en cuatro sets.

El segundo enfrentamiento se veía más difícil. Cornejo iba a chocar con Adriano Panatta, el número uno de Italia. Ni siquiera le sacó un set, y el marcador fue enfático: 6-3, 6-1, 6-1 para el italiano.

Dos cero abajo terminaba la primera jornada de los chilenos. Un escenario contrario. El sábado se jugó el dobles. La dupla chilena era la ya mencionada y en Italia la componían el gran Panatta y Paolo Bertolucci, jugador que venía un poco más atrás que sus compañeros en el ranking ATP. Los chilenos lograron ganar el primer set por 6-3, lo que daba un poco más de esperanzas ante el escenario adverso. Pero los italianos se impusieron en los siguientes tres sets. Chile quedaba eliminado recién el segundo día, con solo dos sets a favor de los once disputados en los tres primeros partidos.

Lo que ocurrió con Belus Prajoux no dejó de sorprender a todos. Fillol había perdido contra Adriano Panatta (que no había dado por concluida su participación, pese a ser campeones), y tuvo que salir a jugar contra Antonio Zugarelli. Acabó con él en tres sets (6-4, 6-2 y 6-2). Pero Chile ya era historia y se quedaba sin la Copa Davis.