Desde el 21 de noviembre, los trabajadores de Antena 3 Directo (A3D) viven jornadas de terror. Esto por el despido masivo efectuado por la empresa, con motivo de la conformación del sindicato. Hasta el momento, 26 trabajadores han sido afectados, según comentó Macarena Ibáñez, delegada sindical, en conversación con El Ciudadano.
Según relata la dirigenta, el viernes 18 de noviembre comunicaron a gerencia la conformación del sindicato. La contraparte le habría dicho que querían participar con la gente y que no entendían las demandas. De acuerdo a Macarena Ibáñez, el gerente de marketing de A3D le comentó que él era amigo con la ex presidenta del sindicato y que le había conseguido trabajo en otra empresa, con un mejor sueldo, pero con la condición de renunciar a su fuero.
«Mi postura fue súper dura, le dije que éste no era el caso, que yo era una persona con una vida política y social activa, que iba a luchar por los derechos de las trabajadores y los trabajadores y que sí existían las demandas», señaló Ibáñez.
El sábado 19 de noviembre, la gerencia acudió a trabajar, algo poco habitual, según describe la dirigenta. Durante ese fin de semana se habría sellado el destino de los trabajadores, porque a las 2 de la tarde del lunes 21 de noviembre comenzó el tormento. Nueve personas fueron despedidas al inicio de esa semana, hasta completar 26, de los cuales 20 pertenecen al sindicato o son cercanos a Macarena Ibáñez, según relató la delegada sindical. La empresa adujo una reestructuración como fundamento de la medida.
SINDICATO NECESARIO PARA NEGOCIAR
Además del rechazo actual de A3D con la actividad sindical, la dirigenta señaló que la empresa había desarmado dos sindicatos anteriormente. Por lo mismo, los trabajadores necesitaban reunirse de nuevo, porque estaban segregados y la gerencia estaba implementando cambios en las condiciones laborales, que afectaban las comisiones que reciben los vendedores de A3D.
Una trabajadora –cuenta Ibáñez– preguntó qué pasaba si se negaba al cambio de condiciones. El subgerente le habría dicho que no podía despedirla, pero sí condicionó sus permisos y que se preocuparían hasta el último detalle de su trabajo. «Claramente, para nosotros eso fue una amenaza», afirmó Macarena.
El 25 de noviembre, los trabajadores intentaron entregar a la empresa su proyecto de contrato colectivo. De acuerdo al relato de la dirigenta, «los señores dijeron que estaban en reunión y no hubo caso que lo recibieran». Esto los motivó a acudir a la Dirección del Trabajo ese mismo día.
Entre otros puntos, el proyecto presentado por los trabajadores busca el pago de la semana corrida, bonos de locomoción y escolaridad y mejoras en el pago de comisiones para trabajadores inbound y outbound. Respecto de esto último, Macarena Ibáñez explica que las personas que trabajan sacando las llamadas (outbound) sufren un descuento si el producto no puede ser entregado al comprador.
«Hacemos la venta, pero si la persona no está en la casa y tiene que pagar en efectivo [al momento de la entrega], nos descuentan la plata. Ese producto se devuelve a la empresa, ésta le descuenta a la persona que lo fue a dejar, a la vendedora que lo vendió y después lo vuelve a vender».
REPRESALIAS
El martes 29 de noviembre, continuó la persecución a los trabajadores. Macarena afirmó haber recibido tres cartas de amonestación. Ha tenido tres salidas, a propósito de su actividad sindical, pero la empresa no reconoce el sindicato.
El artículo 249 del Código del Trabajo se refiere a los permisos para los dirigentes sindicales. El texto señala que “Los empleadores deberán conceder a los directores y delegados sindicales los permisos necesarios para ausentarse de sus labores con el objeto de cumplir sus funciones fuera del lugar de trabajo, los que no podrán ser inferiores a seis horas semanales por cada director, ni a ocho tratándose de directores de organizaciones sindicales con 250 o más trabajadores”.
Sin embargo, no fue todo. Durante esta mañana, los trabajadores se “desayunaron” con que la empresa retuvo los pagos correspondientes al mes de octubre, debido a que los los despedidos decidieron negarse a firmar el finiquito. «Hoy dejan a la gente sin dinero para su comida, su casa, sus cuentas. Es su trabajo de octubre, es ilegal que nos saquen las platas, porque es un trabajo que ya realizaron», manifestó Macarena Ibáñez, quien además confirmó que hoy acudirán a la Dirección Metropolitana del Trabajo a exponer su situación.
«Nosotros queremos luchar hasta el final, buscar a la gente en las tiendas, queremos llamar a que se unan a este sindicato, porque de verdad que las demandas son reales”, declaró la dirigenta.
A partir de las numerosas huelgas vigentes en el sector privado (Homecenter, Centro Médico Hospital del Trabajador, Universidad Andrés Bello, Pizarreño…), Macarena piensa que “estas luchas se están dando porque la gente está despertando, ya no cree en la política y no queremos ser guiados . Ya sabemos un poco más de la historia, de lo que nos merecemos y de nuestros derechos».
«La gente está tomando una conciencia colectiva, está empoderándose y reconociéndose como clase trabajadora. Ese reconocimiento nos une y estamos entendiendo que tenemos las mismas necesidades», puntualizó.