Colombia, aún conmocionada por el accidente aéreo que diezmó al equipo de fútbol Chapecoense, inició ayer la repatriación de los cuerpos de los 71 muertos.
Entre las víctimas del choque, ocurrido la noche del lunes en montañas cercanas a Medellín, y que dejó milagrosamente seis sobrevivientes, hay 64 brasileños, cinco bolivianos, un venezolano y un paraguayo, indicó el Instituto de Medicina Legal al finalizar el reconocimiento de los restos.
Mientras, el equipo y la ciudad entera de Chapecó -un localidad de unos 200.000 habitantes del sur de Brasil- se vuelcan en los preparativos del homenaje multitudinario que brindarán a las víctimas, probablemente hoy en la Arena Condá, el estadio del club.
Tras la repatriación, los féretros serán trasladados a la Arena donde se realizará primero un velatorio íntimo con familiares y amigos y después un acto de multitudes en el que se espera la presencia de unas 100.000 personas.
La directiva del club no quiere hablar todavía del futuro, aunque Copetti apuntó que «el Chapecoense perdió su equipo, pero tiene estructura y financiación» y agradeció las muestras de solidaridad recibidas y las ofertas de otros clubes brasileños para ayudar al equipo a superar la tragedia.
«Estamos recibiendo muchas propuestas de grandes clubes que quieren jugar con el Chapecoense», señaló.
Por el momento no hay definición: «Después de enjugar las lágrimas vamos a hablar de fútbol».