Melivilu es el apellido de un lonko mapuche durante la «pacificación de la Araucanía» entre 1881 y 1883, proceso denominado así por la historia oficial. Melivilu, significa Cuatro Serpientes. Melivilu es el bis abuelo del poeta. El poeta, es el Weichafe del tiempo.
A José María Memet le han dado premios, ha recibido becas de excelencia, han traducido sus poesías a más de tres idiomas, ha sido detenido, torturado y exiliado, a defendido los derechos humanos, denunciando y participando activamente. Nació en Neuquén pero se crió en la Araucanía, y desde los 70s que su poesía está hecha con el pulso de la naturaleza y el hombre, la tierra y la justicia, memoria y revolución. A partir de éste, su libro en formato de periódico “Melivilu, Poemas Políticos 2015-1973” es que nos pusimos en contacto hace unos meses, para conocer su propuesta literaria y saber qué es lo que explora actualmente Memet a sus casi cuarenta años de trayectoria.
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-¿Dónde, cuándo y con quiénes nace la idea de un Periódico de Poesía y Arte Mapuche & Latinoamericano?
Es una idea que me rondaba hace tiempo, es una idea personal, pero con voluntades que la sostienen. Hablé con varios de los más destacad@s poetas mapuche y les conté sobre el proyecto. Les entusiasmó.
En una primera etapa, queremos publicar a 6 poetas de origen mapuche, en estas separatas de poesía. Son ediciones (formato doble oficio) de 2000 ejemplares, en 36 páginas cada una y con una propuesta gráfica e ilustraciones que tengan que ver con su tierra, con su familia y con una estética que potencie los textos poéticos.
Como hablan tanto los editores, libreros, “feriantes” del libro, que la poesía no se vende… les podemos decir que, efectivamente “la poesía no se vende”. Por ende se regala. Por ejemplo en los “recitales de un poeta civil”, lecturas y puestas en escena de cada poeta publicado, tanto en Santiago, regiones y en el exterior.
La segunda etapa es publicar el periódico Melivilu con distintas secciones que den cuenta del arte, la literatura, la fotografía, pueblos originarios, política y otros afanes. Sería una edición de 72 páginas. Estamos viendo un financiamiento internacional al respecto.
-¿Dónde y cómo fue distribuido Melivilu desde el año pasado a la fecha?
El periódico MELIVILÚ fue distribuido en colegios, bibliotecas públicas, universidades, centros culturales binacionales y liceos en Temuco, Santiago, Lo Prado, Recoleta, Independencia y Pedro Aguirre Cerda. También con recitales fuera de Chile: Roma, Lima, Quito. La experiencia es notable y la respuesta y sorpresa increíble. Hacer llegar al pueblo una obra literaria sin transar con el lucro, ha sido un acierto.
-¿Qué significa para ti ser el Weichafe del tiempo?
Uno jamás deja de vivir y naufragar en el tiempo. El ritmo que uno impone a su vida se vuelve su respiración, es un ritmo circadiano poético e histórico que determina la velocidad con que se vive. Ya casi a mis 60 años, volveré a vivir cerca de la tierra, los volcanes y los ríos y lagos. La velocidad consiste en detenerse. Ser el Weichafe del tiempo significa recobrar la memoria a la cual perteneces y sus luchas, recuperar la tierra y la cultura que la sustenta.
-Como guerrero de la lengua ¿Crees que actualmente la poesía tenga la destreza de la serpiente? ¿Qué me puedes decir del empoderamiento social a través de la escritura?
La poesía es la energía de todo lo vivo y de lo que intenta vivir. Es la memoria y la acción que no cesan. La historia de la poesía chilena es como el país, no se ha terminado de construir, ni geológicamente ni escrituralmente. Eso explica un poco nuestra locura y vehemencia y tanta muerte, pero no se puede justificar la muerte como acto y hecho político, sería mentirse. Aún estamos en la barbarie y lejos del lenguaje y la poesía. La escritura y la poesía son un empoderamiento que produce ideas y las ideas producen acciones.
En los últimos 20 años han surgido más de 30 poetas mapuche que han hecho saltar los fusibles de la literatura chilena. Cuando una nación muestra su poesía, la liberación se hace cercana. Porque sin sueños, no se puede ser libre.
-En el poema «EL Acróbata» dices el arte del equilibrio / en un país sin memoria / es mortal. Te podrías referir a este verso…
Haber sido gobernados prácticamente 100 años por regímenes de corte militar y los otros 100 por gobiernos oligárquicos y con tres constituciones redactadas entre 4 paredes, no habla bien de la salud política de esta faja de tierra. Un país sin memoria y lleno de matanzas, es más bien una factoría donde las mayorías son explotadas y asesinadas si se rebelan. Los gobiernos de Pedro Aguirre Cerda o Allende, con sus ardientes deseos de cambiar esta realidad de explotación, miseria y muerte, no duraron mucho, pero dejaron semillas que siguen germinando. Este país debe pasar de ser un país mártir, a ser un país democrático. Y eso se logra con política, ideas y cultura. Hay versos que aportan más y se vuelven incluso históricos. Recuerden por ejemplo: Sube a nacer conmigo hermano… de Neruda.
-¿Qué otros poetas han sido publicados en este formato?
A partir del 2017 queremos publicar a dos poetas mujeres y a otros poetas como son Jaime Huenún, Leonel Lienlaf, Elicura Chihuailaf y David Añiñir (Mapurbe).
-¿De qué tratan los recitales de un poeta civil?
Los recitales son una puesta en escena visual (vídeo) del poeta y un recital y conversatorio con los lectores y/o auditores, donde se les obsequia sin costo alguno ejemplares de la obra de cada poeta. Pero también es un viaje a conocer una poesía nueva, profunda, la poesía de una nación que es anterior al Estado chileno y que irrumpe con la profundidad de sus sueños y su determinación de ser libres y recuperar las tierras usurpadas.
-Lo que se viene de José María Memet lo que queda de año.
Ahora en Septiembre me voy invitado a un Festival internacional de Poesía: Primavera Poética en Perú. Después, enero 2017 a Brasil y en febrero a Costa Rica y Nicaragua.
En el intertanto, mes de noviembre editaré mi nuevo libro, cuyo nombre no puedo decir aún. Y también estoy terminando el libro de poemas para niños y niñas llamado EL REGALO y otros poemas. Lo otro es irme a pescar al wallmapu, mi tierra, y comer chupones y maqui.
Por Pía Sommer
[Editora de Arte y Cultura]
*vía e-mail