Así lo informó, el recién nombrado presidente de la Comisión de Agricultura, senador José García Ruminot, quien sostuvo una reunión de trabajo con organizaciones vinculadas al tema.
Conocer en profundidad los alcances en la salud de la población y sus efectos reales en la manipulación de los plaguicidas peligrosos por parte de los trabajadores, fueron los principales temas abordados durante la Comisión de Agricultura, encabezada por su nuevo presidente, el senador José García Ruminot.
La instancia, analizó el proyecto de ley, iniciado en moción de los senadores Ximena Rincón, Jaime Quintana, Jorge Pizarro, Ignacio Walker y Patricio Walker, que busca prohibir la importación, producción, comercialización, distribución y uso de plaguicidas de elevada peligrosidad en nuestro país.
Cabe recordar, que la Organización Mundial de la Salud, OMS, publicó en 1975 una serie de recomendaciones sobre el uso de plaguicidas. En este documento, la organización internacional, realizó una clasificación de estos químicos en cuatro niveles de peligrosidad: extremadamente peligroso (la); altamente peligroso (Ib); moderadamente peligroso (II) y ligeramente peligroso (III).
ORGANIZACIONES SOCIALES
Al respecto el senador José García Ruminot, comentó que durante la sesión de la Comisión, recibieron a dos importantes organizaciones vinculadas al tema.
“Escuchamos a la Corporación Chilena de la Madera, Corma, quienes usan algunos de estos productos en su proceso industrial. Por ejemplo, para que la madera dure más y tenga firmeza”, explicó.
Agregó que “el espíritu de la moción no está por prohibir estos químicos con fines industriales, sino por estimar que ese uso no constituye riesgo para la salud. La preocupación está por aquellos plaguicidas que van a la mesa y forma parte de la alimentación, como las frutas y verduras, donde en ese tipo de alimentos el riesgo es mayor”.
El parlamentario, indicó que recibieron también a la Asociación Gremial de Importadores y Productores de Productos Fitosanitarios para la Agricultura, IMPPA.
“Ellos señalaron que la solución pasa por educar a la población y también a los trabajadores que manipulan este tipo de plaguicidas y no prohibirlo. Éstos son fundamentales para controlar plagas, y fortalecer la producción, especialmente, frutícola, además algunos de ellos no tienen sustituto en el mercado”, explicó.
El senador García Ruminot advirtió que de no usarse estos plaguicidas, “quedaría el país en una situación muy expuesta de perder grandes superficies de producción por no poder usar estos químicos”.
Agregó que “la Comisión está frente a un dilema importante porque todos queremos proteger dos grandes bienes: la vida y la salud de la personas, además es una garantía constitucional. No queremos trabajadores enfermos ni accidentes producto del uso de plaguicidas, pero al mismo tiempo, Chile necesita producir. La fruta es uno de los principales tipos de exportación y fuente generadora de empleo”, comentó.
El Ciudadano