Condenan al Consejo de la Cultura por acoso laboral contra abogada lesbiana

El Juez Titular del Juzgado de Letras del Trabajo de Talca, Jaime Cruces Neira, condenó al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) por haber discriminado en razón de su orientación sexual a la abogada Lorena Rivera Arriagada, quien el pasado 26 de abril fue despedida de la entidad tras variados acosos laborales, según informa el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).

El fallo estableció que el CNCA “toleró y permitió conductas de acoso laboral que provocaron una consecuencia negativa en la integridad” de Rivera. La resolución añade que el Consejo permitió la vulneración “del derecho a la honra de la denunciante, garantía consagrada en el artículo 19 número cuatro de nuestra Carta Fundamental”. Ello “se aprecia en el acoso laboral de que ha sido víctima la actora, desde que sin justificación posible se toleró que terceros efectuaran comentarios sobre la legítima opción sexual de la denunciante, sobre su inexistente militancia política y menospreciando la labor profesional de aquella en su lugar de trabajo”.

En total, el Consejo deberá pagar alrededor de 24 millones y medio de pesos. Por vulneración a la integridad psíquica y al derecho a la honra de la trabajadora, el CNCA fue obligado a pagar $13.920.048, más $8.506.696 por término de contrato injustificado, $55.555 por feriado legal y $2.000.0000 por las costas de la causa.

Además, el CNCA, a través de su sede en el Maule, deberá publicar en un medio de circulación regional y en un mural, que vulneró la honra e integridad de la trabajadora, así como “capacitar a todos los funcionarios (…) en Derechos Fundamentales dentro de la Empresa y el sector Público, con un curso de a lo menos 12 horas pedagógicas, dictadas, a costa de la denunciada, por una universidad acreditada”.

«Lo que corresponde ahora es que la directora regional renuncie»

Junto con valorar el fallo “y la valentía de Lorena para hacer justicia”, el Movilh estimó que la directora regional del CNCA, Mariana Deisler Coll, “debe explicaciones a todo el país por lo sucedido, así como excusas a la afectada”.

Mariana Deisler

“Dado que el CNCA se mantuvo firme en restarle relevancia al daño causado a la trabajadora, pues negó los hechos en tribunales, lo que corresponde ahora es que Deisler Coll renuncie, al igual que la principal responsables de los acosos homofóbicos, la Coordinadora de Ciudadanía Cultural del CNCA, María Carolina Sepúlveda Olave. Es lo mínimo ético que debe cumplir un funcionario público”, puntualizó el Movilh.

El Caso

Lorena Rivera Arriagada, la afectada, había ingresado el 3 de diciembre de 2012 al CNCA, donde prestaba asesoría legal. Según relata el Movilh, desde 2014 la trabajadora comenzó a ser víctima de rumores sobre su tendencia política y orientación sexual e identificó como responsables de los abusos a las mencionadas Sepúlveda y Deisler. La primera, añade la organización, «tejió redes para que la trabajadora fuera despedida por su orientación sexual y por, supuestamente, ser parte de la oposición al gobierno, mientras la segunda por no hacer frente a los acosos y, en otras ocasiones, validarlos».

El Movilh explica que los rumores sobre la orientación sexual de Rivera Arriagada comenzaron luego de conocerse que era pareja de otra mujer. «La discriminación se tradujo en calificar a su relación como ‘conducta inadecuada’ y en la continua expresión de chistes», señala el Movimiento. A la par, agrega, «Sepúlveda Olave exigió en reiteradas ocasiones a la trabajadora, en especial durante el 2015, que reconociera su orientación sexual».

Foto: eltelegrafo.com

La organización asegura que en diciembre de 2015 fue la propia directora regional del CNCA la que habría llamado a la pareja de la denunciante «para informarle que debía solucionar un problema generado por una lesbiana y su pareja, pues por culpa de esas desviadas se había provocado un problema”. En el mismo mes, se agrega, el chofer de la directora, Héctor Cornejo, habría exigido a la pareja de la denunciada “que confesara de una vez que se come a la abogada”. Finalmente, suma el Movilh, en febrero de 2016 Sepúlveda Olave nuevamente le habría dicho a la pareja de la abogada «que sabía que era lesbiana».

“La incertidumbre y el progresivo aumento de los actos de acoso generaron” en la trabajadora “un cuadro de estrés, hasta convertirse en una depresión severa, encontrándose en tratamiento psicológico, psiquiátrico y farmacológico consistente en 20 mg. de vartioxetina diarios, además de Tramadol y clonazepam”, indica el fallo, tras lo cual la afectaba inició su reposo en enero, lo que conllevó a diversas licencias médicas, hasta ser despedida en abril, constata la resolución.