El viernes 8 de abril se cumplieron tres semanas desde el inicio de la huelga de hambre que sostienen los presos políticos mapuche condenados por el tribunal de Cañete bajo el cargo de delitos asociados a la presunta participación en el atentado contra el fiscal Mario Elgueta en octubre 2008 en Tirúa.
El juicio se realizó bajo el amparo de la Ley Antiterrorista, presente en todo el proceso, lo que permitió la utilización de la prisión preventiva y de 36 testigos protegidos, y donde, además, se registraron fuertes irregularidades, entre ellas la acusación de tortura a comuneros para inculpar a sus compañeros en los delitos.
Por esta razón, Héctor Llaitul, Ramón Llanquileo, José Huenuche y Jonathan Huillical, enviaron una carta al presidente de la Corte Suprema, Milton Juica, donde solicitan que se anule este proceso y se realice un nuevo juicio, argumentando que “aquí fueron vulnerados derechos garantizados por la Constitución, estos son: un debido proceso y un juicio justo”.
Las sentencias establecen para Héctor Llaitul, quien es sindicado como líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), una pena de 20 años de presidio efectivo: 10 años por robo con intimidación al agricultor Santos Jorquera y 15 años por el cuasi delito de homicidio en la llamada “embosca de aniquilamiento”.
Mientras que, Ramón Llanquileo, José Huenuche y Jonathan Huillicall, miembros de la coordinadora también, recibieron 20 años: 5 años y un día por el robo y los mismos 15 años por el ataque al fiscal.
Ese día se realiza una nueva jornada de movilizaciones. En la ciudad de Concepción a las 18:30 horas se realizará una marcha que parte desde la Plaza Perú, mientras en Santiago a las 19:30 se realizará la tradicional movilización en apoyo a los comuneros que comienza en Alameda con Ahumada para llegar a la Plaza de Armas.
El Ciudadano