Hoy en día, es muy conveniente pedir cosas por correspondencia, que llegan hasta la puerta de tu casa. Tenemos una enorme variedad de tiendas por Internet para pedir todo lo que se nos antoje. El problema es que si no estás para recibirlas, siempre puede haber alguien que se aproveche de la situación para hurtarlas.
Jaireme Barrow era un hombre cansado de que los paquetes de su puerta “se perdieran” todo el tiempo. Así que decidió entrar en acción para darle una lección a quien fuera que se llevara sus cosas.
Esta mujer hizo aparición frente a su domicilio, al ver que sería fácil llevarse un paquete. Tal vez era la misma que se había apoderado de su correspondencia anterior.
El paquete que tomó contenía 12 casquillos llenos de pólvora, que estallarían en cuanto fuera abierto. Los mismos son inofensivos, al no tener balas, pero aun así lo suficientemente ruidosos como para sacarle un buen susto a alguien. En este caso, esta incauta mujer amante de lo ajeno. Salió tan espantada que seguro no se le va a volver a ocurrir robarse nada.