Un grupo de científicos dio con una explicación genética para el porqué de que algunas personas logren estar saludables, aun siendo obesas, sin desarrollar nunca diabetes o enfermedades cardíacas –que se relacionan con el sobrepeso.
El estudio identificó tres genes, los que parecen influir en la forma en que la grasa se distribuye. En algunas personas, la grasa se almacena y compartimenta alrededor de la parte externa del cuerpo, mientras en otras se va al sistema circulatorio. La grasa en la sangre incrementa el riesgo de diabetes tipo 2 y puede acumularse alrededor del corazón y el hígado.
El profesor Haja Kadarmideen, genetista de la Universidad de Copenhagen que lideró el trabajo, dijo: «Las personas que tienen la capacidad de almacenar grandes cantidades de grasa son más propensas a ser gordas, pero no poco saludables».
Estudios previos han encontrado que aunque tener sobrepeso o estar obeso es un factor de riesgo de diabetes, enfermedades del hígado y del corazón,cerca de un 15 a 20 por ciento parece no sufrir las mismas consecuencias.
Para el estudio, el equipo del Dr. Kadarmideen trabajó con 60 hombres y mujeres con obesidad mórbida, con un índice de masa corporal (IMC) sobre 45. La mitad de ellos tenía enfermedades metabólicas y la otra mitad estaban sanos.
Los científicos escanearon decenas de miles de genes buscando variaciones entre ambos grupos, e identificaron tres genes que mostraban perfiles muy diferentes entre los grupos; en términos de actividad genética y de secuencia genética subyacente. Cuando examinaron más de cerca la actividad de estos genes en las muestras de tejido graso, los científicos concluyeron que los genes juegan un rol significativo en regular cómo se transporta y almacena la grasa en las células. Ahora el equipo espera replicar sus hallazgos en un estudio con más personas.
«Esto pavimenta el camino hacia la posibilidad de diagnosticar, desarrollar drogas y enfocar tratamientos de acuerdo a genes específicos», dice Kadarmideen, y advierte que los resultados no deben interpretarse como una excusa para abandonar una dieta equilibrada o el hábito del ejercicio, porque el estilo involucra factores que sí tienen un impacto en la salud, independientemente del peso de una persona.
Los resultados del estudio fueron publicados en PLOS One, el artículo fuente es de The Guardian y la redacción es de El Ciudadano.