Los gobiernos de Rusia y Turquía acordaron un plan para establecer un alto al fuego en Siria, informa la agencia turca Anadolu.
De acuerdo con el medio, ambos países presentaron a las partes implicadas del conflicto el acuerdo que prevé un cese de las hostilidades a partir de la medianoche de este 29 de diciembre.
De este modo, el plan se aplicará a todas las zonas de Siria donde combaten las fuerzas gubernamentales y los grupos armados de oposición.
El portavoz de Vladímir Putin, Dmitri Peskov, dijo que ambas naciones están en contacto permanente para establecer una reunión en Astaná (Kazajistán) con vistas a encontrar una solución, aunque Peskov agrega que no dispone «de información suficiente».
Rusia y Turquía ya habrían llegado a un acuerdo con el gobierno de Damasco y algunos grupos opositores por un alto al fuego en todo el país y si, finalmente, la tregua entra en vigor y se mantiene, el régimen y los rebeldes podrían iniciar sus negociaciones políticas en Astaná, la capital de Kazajistán, tuteladas por ambos países.
En las negociaciones participarían el gobierno sirio de Bashar Al-Assad y las fuerzas opositoras, excepto los grupos definidos como terroristas, es decir, el kurdo-sirio Partido de la Unión Democrática (PYD) y su brazo militar, Unidades de Protección del Pueblo (YPG), quienes combaten contra el Daesh en el norte del país, podrían quedar al margen del acuerdo.
El punto clave será el futuro del presidente sirio. A pesar de que ha moderado su posición para evitar enfrentamientos con el Kremlin, Ankara sostiene que no puede seguir en el poder, mientras que Rusia, es su gran aliado.
Este acuerdo llega dos semanas después de que ambos países auspiciaran un alto al fuego en Alepo que permitió la evacuación de miles de civiles y combatientes rebeldes para trasladarse en Idlib, zona controlada por los rebeldes.
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