Las abejas están muriendo a un ritmo alarmante, lo que es un gran problema, porque juegan un rol vital en el ecosistema global. Ellas se hacen cargo del 80% de toda la polinización, pero los apicultores estadounidenses estiman que, entre abril de 2015 y abril de 2016, perdieron un 44% de su población de productoras de miel, informa mental_floss. La situación es tan sombría que unos ingenieros de Polonia no han esperado a ver si la población de abejas se recupera, sino que crearon un reemplazo.
El proyecto B-Droid, liderado por Rafał Dalewski, de la Facultad Tecnológica de Energía e Ingeniería Aeronáutica de la Universidad de Varsovia, tiene como objetivo polinizar plantas de manera robótica. El proyecto ya lleva cuatro años en curso, y en este tiempo el robot B-Droid ha pasado por múltiples actualizaciones. El primer modelo, operado sobre ruedas y equipado con un computador, salía a buscar flores cercanas con su cámara, para polinizarlas. Desde entonces, el robot ha evolucionado hacia un dron quadcopter (o helicóptero quadrotor o cuadrirrotor) que puede volar de flor en flor tomando muestras de polen. Para completar el proceso, el B-Droid se acerca a una flor, obtiene el polen haciendo un barrido con un pequeño plumero y luego se va a la siguiente planta, repitiendo el ciclo cuantas veces sea necesario.
«[El quadcopter] es controlado por un sistema de cámaras externas y un computador en una base en tierra», explica Dalewski al medio Digital Trends. «Cuando las cámaras y la estación de base proveen de información acerca de las posiciones de las flores, se planea una ruta y el sistema lanza y dirige al quadcopter hacia una flor. Cuando la alcanza y recoge el polen, vuela hacia otra y luego a otra, hasta que cubre todas las flores de un área determinada».
El modelo quadcopter todavía está en proceso de desarrollo, puesto que, hasta ahora, sólo puede estar en el aire por unos minutos; pero el B-Droid con ruedas ya ha mostrado éxito polinizando frutillas y ajo. El verano pasado, el robot hizo rendir un total de 165 semillas de ajo en un solo experimento, y las semillas era un 6% más pesadas, lo que es un indicador de buena calidad.
Puede que la imagen futurista de enjambres de abejas robóticas polinizando flores en masa ya no esté tan lejos en el futuro, sin embargo para que se haga realidad aún falta un tiempo. Mientras tanto, se puede seguir trabajando de formas naturales para evitar que las poblaciones de abejas se extingan –y ojalá crezcan– y puedan seguir polinizando al planeta.
Fuente, mentalfloss
El Ciudadano